MADRID, 11 Jun. (EUROPA PRESS) -
La secretaria general de Amnistía Internacional, Agns Callamard, ha comentado que la promesa realizada por los países del G7 de donar 1.000 millones de dosis de vacunas contra el coronavirus a los países más pobres es "una gota en el océano", ya que no llegaría a cubrir a la población de la India y, "mucho menos" a vacunar a la población mundial.
"No está lo suficientemente cerca y no aborda los problemas de raíz en juego. No solo es poco ambicioso, sino que huele a interés propio, especialmente si se considera que los datos sugieren que los países del G7 tendrán un excedente de tres mil millones de dosis de repuesto para las necesidades para fin de año", ha dicho.
A su juicio, el acuerdo muestra que en lugar de hacer frente a sus obligaciones internacionales renunciando a las reglas de propiedad intelectual para vacunas, pruebas y tratamientos, y compartiendo tecnología que salva vidas, los líderes del G7 han optado "por más de las mismas medidas a medias insignificantes y gestos insuficientes", a pesar de su promete vacunar al mundo para 2022.
"Estos líderes deben salir de los bolsillos de las grandes farmacéuticas, hacer a un lado el interés propio y comprometerse genuinamente a garantizar que todos tengan acceso a las vacunas, sin importar dónde vivan. La única forma de lograrlo es mediante la suspensión inmediata de las normas de propiedad intelectual y garantizar la transferencia de conocimientos y tecnología sobre vacunas a todos los fabricantes de vacunas calificados del mundo", ha criticado la dirigente de Amnistía Internacional.