El 70% de los españoles bebe menos de dos litros de agua al día

EP
Actualizado: jueves, 8 julio 2010 14:10

MADRID 8 Jul. (EUROPA PRESS) -

Siete de cada diez españoles bebe menos de dos litros de agua al día, casi un 40 por ciento cree que beber más de tres litros es "malo" y un 34 por ciento afirma que "no pasa nada" por no beber de manera frecuente, según los resultados del 'Estudio Hábitos de Hidratación 2010', elaborado por el Observatorio de Hidratación y Salud (OHS).

Los especialistas recomiendan beber de dos a tres litros de agua al día, aunque con el calor las pérdidas aumentan, especialmente a través del sudor, y puede ser necesario beber más. Según advierten desde el OHS, no reponer los líquidos que se pierden puede provocar dolor de cabeza, mareos, vómitos, disminución del rendimiento físico y mental, fatiga y aumento del ritmo cardíaco.

En este sentido, y tras entrevistar a más de 1.500 personas sobre sus hábitos en el consumo de líquidos, los investigadores destacan que un 12 por ciento de los encuestados reconoce pasar "largos periodos en la playa sin beber" o que un 36 por ciento sólo bebe "cuando tiene sed", señal de que ya existe "cierta deshidratación".

Estos datos justifican, según los expertos, que 1 de cada 10 personas entrevistadas afirme haber sufrido deshidrataciones, el 60 por ciento de ellas en verano. Frente al riesgo que supone el calor y la falta de líquidos, los especialistas del OHS recuerdan la importancia de ingerir diversas bebidas como agua, zumos, refrescos, infusiones o lácteos.

A este respecto, los que están sometidos a una actividad intensa, pasan muchas horas al aire libre o practican deporte deben beber antes, durante y después de la actividad. Sin embargo, el estudio indica que el 43 por ciento sólo lo hace cuando tienen sed y 9 de cada 10 sólo bebe agua.

A nivel general, desde el OHS aconsejan beber de 2 a 3 litros de líquido al día de manera continua y en pequeñas cantidades; llevar siempre a mano una botella de bebida que recuerde la necesidad de beber; ingerir alimentos ricos en agua (frutas, verduras y hortalizas); evitar el consumo de bebidas alcohólicas por su efecto diurético y vigilar la adecuada ingesta de líquido de las personas más vulnerables a la deshidratación, como ancianos, deportistas o trabajadores al aire libre.