Restringir el consumo de pescado durante el embarazo no parece proteger contra todos los contaminantes orgánicos

Pescado fresco en una pescadería
EUROPA PRESS
Actualizado: lunes, 6 octubre 2014 22:36

MADRID, 21 Abr. (EUROPA PRESS) -

Investigadores de la Universidad de Toronto, en Canadá, han descubierto que las restricciones en el consumo de pescado que llevan a cabo muchas embarazadas son eficaces para reducir la exposición del feto a algunos contaminantes como el mercurio pero no tanto contra los contaminantes orgánicos persistentes, como algunos pesticidas o dioxinas, que sólo se reduce entre un 10 y 15 por ciento.

Así se desprende de los resultados del estudio publicado en la revista 'Environmental Health Perspectives', que pretendía analizar cómo los diferentes niveles de contaminación ambiental a través del pescado pueden influir en los niños cuando todavía están en el vientre de sus madres.

"Aunque dejar de comer pescado puede funcionar para reducir la exposición a contaminantes que se eliminan rápidamente, como el mercurio, este tipo de restricciones no son tan eficaces para los contaminantes orgánicos persistentes", ha reconocido Matt Binnington, uno de los autores del estudio.

Estos compuestos, entre los que destacan el diclodifeniltricloroetano (DDT) y los bifenil policlorado (PCB), tardan mucho tiempo en descomponerse y suelen persistir en el ambiente y acumularse a través de la cadena alimentaria, pudiéndose transmitir también de madres a hijos durante el embarazo o la lactancia, lo que podría afectar el desarrollo neurológico infantil saludable.

Sin embargo, ha reconocido Binnington, las advertencias sobre el consumo de muchos contaminantes orgánicos persistentes podrían ser ineficaces ya que, según han visto, pueden permanecer en el cuerpo durante años o incluso décadas, debido a que son difíciles de eliminar.

Por ello, aconsejan analizar las recomendaciones que se hacen actualmente a muchas madres para que dejen de comer determinados pescados para evitar su exposición a estos productos, ya que pueden resultar insuficientes.

Más aún, apuntan, cuando a veces la sustitución de estos pescados por carne puede incluso terminar haciendo más daño, ya que "puede dar lugar a una mayor exposición a otros contaminantes" al tiempo que se pierden los beneficios nutricionales de comer pescado.