Hombre bebiendo cerveza
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Actualizado: jueves, 26 octubre 2017 15:13

MADRID, 26 Oct. (EUROPA PRESS) -

Un estudio del Instituto Catalán de Ciencias Cardiovasculares (ICCC) vincula el consumo moderado de cerveza a una mejora de la cicatrización del corazón tras un infarto de miocardio, según los datos presentados durante el Congreso de Enfermedades Cardiovasculares que se celebra estos días en Madrid.

"El consumo regular y moderado de cerveza tradicional podría modular la expresión de genes cardioprotectores en la zona de miocardio dañado", ha destacado la investigadora Teresa Padró, encargada de presentar este trabajo.

Para su realización, los investigadores utilizaron animales de experimentación a los que se les proporcionó durante diez días, además de una dieta rica en colesterol, unas cantidades de ligeras a moderadas de cerveza.

Tras la inducción de infartos, los animales continuaron recibiendo la misma dieta durante 21 días y se comprobó que, pasado ese tiempo, el tamaño de la cicatriz era significativamente inferior en los animales cuya dieta fue suplementada con cerveza tradicional y sin alcohol, frente a los que mantuvieron una dieta habitual.

"Podemos confirmar que la ingesta moderada de cerveza podría favorecer la formación del tejido cicatricial reparativo tras sufrir un infarto", según Padró.

Además, a lo largo de la investigación tampoco se detectó ninguna diferencia de aumento de peso entre los distintos grupos, mientras que el grupo de animales cuya dieta fue suplementada con un consumo moderado de cerveza tradicional mostró un mejor perfil lipídico, con un aumento significativo de las partículas de colesterol HDL, el llamado 'bueno'.

"Hemos detectado que la ingesta moderada y regular de cerveza tradicional durante 21 días se asocia a un aumento de los niveles de plasma de HDL. Sin embargo, el consumo de cerveza sin alcohol, aunque no aumenta los niveles de HDL, podría ser capaz de mejorar la calidad de HDL haciendo que las partículas de HDL adquieran gran capacidad antioxidante", ha apuntado.

POTENCIAL ANTIOXIDANTE

Todos estos hallazgos sugieren que, aparte del contenido de alcohol, que principalmente aumenta los niveles de HDL, otras sustancias presentes en la cerveza podrían contribuir al potencial efecto antioxidante que protege el corazón frente al daño cardíaco oxidativo que se produce durante el infarto y la posterior revascularización de la arteria ocluida.

Padró también ha avanzado que están trabajando en un nuevo trabajo, en este caso en humanos, que permitirá identificar aquellos componentes moleculares como genes y proteínas que modifican sus niveles de expresión tras un consumo moderado de cerveza.

"Abrirá una nueva vía para detectar posibles dianas de intervención a través de hábitos que lleven a una mejor prevención a nivel de salud cardiovascular y con ello a un menor riesgo de sufrir un infarto de miocardio y sus secuelas clínicas", ha sentenciado.

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