Una gran mayoría de mayores con demencia desconoce que la padece

Un anciano descansa en un banco
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Actualizado: martes, 17 julio 2018 18:27

MADRID, 17 Jul. (EUROPA PRESS) -

Un análisis de la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins (Estados Unidos) ha confirmado que "una gran mayoría" de adultos mayores con probable demencia en Estados Unidos nunca han sido diagnosticados profesionalmente.

Este informe, publicado en la edición de julio de la revista 'Journal of General Internal Medicine', confirma, según los investigadores, estimaciones similares previas, pero las visitas sin compañía al médico han surgido como un nuevo factor de riesgo para la falta de diagnóstico formal.

"Hay una enorme población que vive con demencia que no lo conoce. Las implicaciones son potencialmente profundas para la planificación y el suministro de atención médica, la comunicación entre el paciente y el médico", explica Halima Amjad, profesora asistente de Medicina en la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins y autora principal del estudio.

Se estima que 5,7 millones de personas en Estados Unidos viven con demencia, según la Asociación de Alzheimer del país norteamericano, pero solo la mitad de ellas tienen un diagnóstico oficial documentado por un médico. "El diagnóstico oportuno es importante para mantener o mejorar la salud y la planificación de la atención, por lo que es importante identificar qué poblaciones tienen menos probabilidades de ser diagnosticadas o menos propensas a conocer su diagnóstico", señala Amjad.

Sobre la base de investigaciones anteriores, que identificaron actividades y condiciones de vida relacionadas con el diagnóstico de demencia, Amjad ha buscado identificar poblaciones en riesgo a nivel nacional. Para hacerlo, se basó en datos del Estudio Nacional de Tendencias en Salud y Envejecimiento, un estudio en curso de beneficiarios de 'Medicare' de 65 años en adelante en Estados Unidos.

El equipo de investigación identificó a 585 adultos y examinó datos demográficos como el nivel más alto de educación alcanzado, raza, etnia e ingresos, así como datos sobre si los participantes podían realizar actividades como lavar la ropa, ir de compras o cocinar por su cuenta.

Entre aquellos con probable demencia, el 58,7 por ciento se determinó que no estaban diagnosticados (39,5 por ciento) o desconocían su diagnóstico (19,2 por ciento). Específicamente, aquellos con al menos una educación secundaria tenían un 46 por ciento menos de posibilidades de no ser diagnosticados en comparación con aquellos que tenían menos educación; y aquellos que asistieron a visitas médicas solos tenían el doble de probabilidades de no ser diagnosticados que aquellos que acudieron acompañados.

Aquellos con al menos una educación secundaria tenían un 58 por ciento menos de posibilidades de no ser conscientes en comparación con aquellos que tenían menos educación. Aquellos que asistieron a las visitas médicas solos tenían el doble de probabilidades de no ser conscientes que aquellos que estaban acompañados, mientras que cada deterioro de la actividad disminuyó las probabilidades de no conocer el diagnóstico en un 28 por ciento.

De cara al futuro, Amjad planea estudiar si la documentación de un diagnóstico de demencia es significativa si los pacientes y sus familiares no entienden lo que significa un diagnóstico.