La depresión, una enfermedad infradiagnosticada en las personas mayores

Un hombre mayor tapa su rostro, deprimido por el Alzheimer.
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Actualizado: miércoles, 21 diciembre 2016 13:44

   MADRID, 10 Oct. (EUROPA PRESS) -

   La Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) ha avisado, con motivo del Día Mundial de la Salud Mental, del infradiagnóstico de la depresión y ansiedad entre las personas mayores, puesto que estos problemas se suelen achacar a aspectos típicos de la edad.

   De hecho, la depresión afecta a entre un 10 y un 15 por ciento de la población mayor de 65 años, si bien, según la organización, este porcentaje puede ser mayor si se tiene en cuenta el espectro total de los síndromes depresivos, incluyendo la depresión subclínica.

   "Las personas mayores, sus familias y también los profesionales perciben los problemas de salud mental como una consecuencia inevitable del envejecimiento, y no como problemas de salud que pueden mejorar si se utiliza el tratamiento adecuado", ha aseverado el presidente de la SEGG, José Antonio López Trigo.

   En este punto, el experto ha informado de que los grupos que tienen más riesgo de padecer trastornos mentales son las mujeres, personas que no están casadas o viven solas, pacientes con enfermedades físicas y personas discapacitadas, especialmente cuando cursan con dolor y trastornos del sueño.

FACTOR DE RIESGO DE DISCAPACIDAD FUNCIONAL

   Además, más allá de este impacto inmediato en la calidad de vida, la depresión es un factor de riesgo de la discapacidad funcional y puede provocar una mortalidad prematura, ya que las personas con depresión son hasta dos y tres veces más proclives a padecer dos o más enfermedades crónicas, y entre dos y seis veces de tener, por lo menos, una limitación en sus actividades diarias, si se compara con grupos más jóvenes.

   Asimismo, la depresión en personas mayores aumenta también la frecuencia y el coste de la asistencia profesional, así como el riesgo de ingreso prematuro en residencias de ancianos.

   En concreto, existen diversos factores que influyen en la aparición de los trastornos mentales en el caso de las personas mayores como, por ejemplo, la salud física deficitaria y las limitaciones funcionales; los problemas de audición y sordera; y los factores sociales y económicos que aumentan la vulnerabilidad de las personas mayores en lo referente a los trastornos mentales.

   Ante todo ello, la SEGG ha destacado la necesidad de aumentar la participación de las personas mayores en actividades positivas, porque aumenta su bienestar y mejora la salud mental; practicar ejercicio físico; y mejorar los hábitos de allimentación.