Esclerosis múltiple.
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Actualizado: martes, 21 febrero 2017 18:16

   MADRID, 21 Feb. (EUROPA PRESS) -

   Un tipo de tratamiento para la esclerosis múltiple que "restablece" el sistema inmunológico puede detener la progresión de la enfermedad en casi la mitad de los pacientes. En un nuevo estudio, dirigido por el Imperial College de Londres, en Reino Unido, el tratamiento evitó que los síntomas de esta grave enfermedad empeoraran durante cinco años en el 46 por ciento de los pacientes.

   Sin embargo, como el tratamiento implica una quimioterapia agresiva, los investigadores destacan que el procedimiento conlleva un riesgo significativo. La esclerosis múltiple (EM) -que afecta a alrededor de 100.000 personas en Reino Unido y 2,3 millones en todo el mundo-se desarrolla por un mal funcionamiento del sistema inmunológico, que ataca erróneamente los nervios en el cerebro y la médula espinal, provocando síntomas como fatiga, problemas con el movimiento del brazo y la pierna, de visión y equilibrio.

No hay cura, pero ciertos medicamentos pueden ayudar a retardar la progresión de la enfermedad. En un artículo publicado en 'JAMA Neurology', los autores detallan que el tratamiento que probaron en su investigación, denominado trasplante autólogo de células madre hematopoyéticas (AHSCT, por sus siglas en inglés), se administró a pacientes con formas avanzadas de la enfermedad que no habían respondido a otros fármacos.

   El estudio sugirió que algunos pacientes incluso vieron una pequeña mejora en sus síntomas después del tratamiento. Este tratamiento único tiene como objetivo evitar que el sistema inmunológico ataque las células nerviosas. Todas las células del sistema inmune están hechas de células madre en la médula ósea y con este tratamiento, se administra un fármaco que alienta a las células madre a moverse de la médula ósea hacia el torrente sanguíneo, y entonces se eliminan estas células del cuerpo.

   A continuación, el paciente recibe quimioterapia en dosis altas para matar cualquier célula inmune restante y las células madre del paciente se transfunden de nuevo a su cuerpo para volver a desarrollar su sistema inmunológico. Estudios previos han sugerido que esto "restablece" el sistema inmunológico e impide que éste ataque las células nerviosas.

SOPESAR LOS RIESGOS Y LOS BENEFICIOS

   Sin embargo, debido a que el tratamiento implica la administración de quimioterapia agresiva que inactiva el sistema inmune durante un corto periodo de tiempo, algunos pacientes murieron de infecciones. De los 281 participantes que recibieron el tratamiento del estudio, ocho murieron en los cien días posteriores al tratamiento, con los pacientes mayores y aquellos con las formas más severas de la enfermedad presentando un mayor riesgo de muerte.

   El autor principal del estudio, Paolo Muraro, del Departamento de Medicina de Imperial, explica que deben sopesarse los riesgos frente a los beneficios: "Anteriormente sabíamos que este tratamiento reinicia o restablece el sistema inmunológico --y que conlleva riesgos-- pero no sabíamos cuánto duraban los beneficios. En este estudio, que es el mayor estudio de seguimiento a largo plazo de este procedimiento, hemos demostrado que podemos 'congelar' la enfermedad de un paciente y evitar que empeore, hasta durante cinco años".

   "Sin embargo, debemos tener en cuenta que el tratamiento conlleva un pequeño riesgo de muerte y ésta es una enfermedad que no es inmediatamente mortal", añade este experto. La mayoría de los pacientes con esclerosis múltiple sufre un tipo de enfermedad que tiene brotes, conocidos como recaídas, seguidos por una mejora en los síntomas, a la cual se llama EM recidivante-remitente.

   El doctor Muraro señala que el número de años que este tratamiento evitó que los síntomas empeoraran es mucho mayor de lo que cabría esperar en pacientes no tratados con formas graves de EM recidivante. El trabajo reveló que en pacientes con EM recidivante, casi tres de cada cuatro (73 por ciento) no experimentaron empeoramiento de sus síntomas cinco años después del tratamiento, con los pacientes más jóvenes con formas menos graves de la enfermedad que eran los más propensos a responder a la terapia.

   Sin embargo, la mayoría de los pacientes en el análisis presentaba una forma progresiva de EM, que es una forma más severa de la enfermedad y para la cual actualmente no hay tratamientos. Entre estos pacientes, uno de cada tres no experimentó empeoramiento de los síntomas cinco años después del tratamiento y algunos pacientes vieron una pequeña mejora en sus síntomas, la cual fue mayor en pacientes con EM recidivante, en comparación con los que tenían la forma progresiva.

   La discapacidad en la EM se evalúa en una escala conocida como la escala expandida de estado de discapacidad (EDSS, por sus siglas en inglés), en la cual cero representa ninguna discapacidad, siete es ir silla de ruedas, mientras que diez es muerte por la EM. Al comienzo del estudio, los pacientes tenían una puntuación media de EDSS de 6,5, pero los pacientes con EM recurrente tuvieron una mejoría media en su puntuación EDSS de 0,76, un año después del tratamiento, mientras los de EM progresiva sólo presentaron una mejoría marginal de 0,14.

   Según Muraro, estos hallazgos sugieren la necesidad de realizar ensayos más grandes de este procedimiento. "Estos hallazgos son muy prometedores --pero fundamentalmente no tuvimos un grupo de placebo en este estudio, de pacientes que no recibieron el tratamiento. Necesitamos urgentemente tratamientos más eficaces para esta enfermedad devastadora y el siguiente paso debería ser un gran ensayo controlado randomizado de este tratamiento", propone.

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