Los antiácidos para el reflujo pueden causar daño renal

Fármacos, medicamentos, pastillas
GETTY//WAVEBREAKMEDIA LTD
Actualizado: viernes, 15 abril 2016 6:11

   MADRID, 15 Abr. (EUROPA PRESS) -

   Una nueva investigación indica que el uso a largo plazo de ciertos medicamentos comúnmente utilizados para tratar la acidez estomacal, el reflujo ácido y las úlceras de estómago pueden tener efectos dañinos en los riñones, como se detalla en un artículo sobre el trabajo que se publica en 'Journal of the American Society of Nephrology'.

   Se estima que en 2013 se prescribió a unos 15 millones de estadounidenses inhibidores de la bomba de protones (IBP), fármacos que reducen la producción de ácido gástrico. Este número es probablemente una subestimación, debido a que los medicamentos también están disponibles sin receta y se pueden comprar sin ella.

   Para evaluar la seguridad de esta clase de fármacos ampliamente utilizados, un equipo dirigido por Yan Xie y Ziyad Al-Aly, del Centro de Epidemiología Clínica en el Sistema de Atención Sanitaria VA Louis y la Universidad de Washington en Saint Louis, Estados Unidos, analizó la información de bases de datos nacionales del Departamento de Asuntos de Veteranos.

   Los investigadores identificaron 173.321 nuevos usuarios de IBP y 20.270 nuevos usuarios de bloqueadores de los receptores H2 de la histamina, una clase alternativa de fármacos también empleada para suprimir el ácido del estómago. Durante más de cinco años de seguimiento, los que tomaban IBP fueron más propensos a experimentar pérdida de función renal que los que tomaban bloqueadores de los receptores H2.

   Los usuarios de PPI también tenían un 28 por ciento más de riesgo de desarrollar enfermedad renal crónica y un 96 por ciento más de riesgo de desarrollar insuficiencia renal. Además, hubo una relación gradual entre la duración del uso de IBP y el riesgo de problemas renales, con los que tomaron IBP siendo más propensos a desarrollar problemas renales durante más tiempo.

   Los resultados sugieren que el uso a largo plazo de los IBP puede ser perjudicial para los riñones y debe evitarse. El uso de IBP no sólo puede aumentar el riesgo de desarrollar enfermedad renal crónica, sino también elevar las posibilidades de progresión hacia insuficiencia renal.

   "Los resultados enfatizan la importancia de limitar el uso de IBP sólo cuando es médicamente necesario y también la limitación de la duración del uso al menor tiempo posible --apunta Al-Aly--. Una gran cantidad de pacientes empiezan tomando IBP por un trastorno médico y continúan durante mucho más tiempo del necesario".

   Los resultados también proporcionan información para futuras investigaciones sobre la seguridad de los medicamentos. "El estudio sirve como modelo para aprovechar la disponibilidad de grandes volúmenes de datos y análisis avanzados para determinar los perfiles de seguridad a largo plazo de medicamentos de uso común y promover la farmacovigilancia", concluye Xie.