¿Padeces eccema en las manos?

Eczema, eccema, urticaria, alergia en la piel
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Actualizado: martes, 26 abril 2016 9:18

   MADRID, 26 Abr. (EDIZIONES) -

   A pesar de ser lesiones que en muchos casos no detienen nuestra actividad, los eccemas pueden convertirse en algo más serio que una molestia si no dedicamos el tiempo suficiente para acudir a consulta y determinar sus causas.

   Según explica a Infosalus el doctor Juan Francisco Silvestre, dermatólogo y miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología, sólo el 20% de los casos de eccema de manos son de origen alérgico y el resto de origen irritativo. El desencadenamiento de un eccema irritativo no sólo depende de la naturaleza de la sustancia que lo provoca sino también de las condiciones de interacción o contacto y de la predisposición de la persona que lo padece.

   Sin embargo, existe una entidad denominada 'eccema dishidrótico' en el que los eccemas aparecen con predominio en las manos pero también pueden aparecer en los pies. Se trata de una manifestación del eccema que suele ser crónica y que cursa a brotes con lesiones vesículo-ampollosas de aparición brusca en las caras laterales de las manos y pliegues interdigitales.

   "No hablamos solo de ampollas sino de una entidad que no obedece a ningún agente externo conocido que origine la irritación o alergia. Si no existe esta causa puede tratarse de una patología constitucional con una base genética que se denomina eccema dishidrótico y que puede presentarse en manos y pies con brotes durante años o que persisten de forma crónica", comenta el doctor Silvestre, coordinador del 'Grupo Español de Investigación en Dermatitis de Contacto y Alergia Cutánea' (GEIDAC) y responsable de la Unidad de Alergia Cutánea del Hospital General Universitario de Alicante.

El dermatólogo diferencia estos eccemas de los dishidrosiformes, que no constituyen una entidad en sí mismos sino que son lesiones en las que se manifiesta el eccema en las manos. La causa principal de un eccema sería una irritación y ésta dependería tanto de la naturaleza del irritante, las condiciones de exposición a éste así como de la predisposición de la persona que se expone.

   El doctor Silvestre comenta así que la dermatitis atópica sería un ejemplo de predisposición al eccema por tratarse de personas cuya capa cornea está genéticamente alterada. Por otro lado, la dermatitis del ama de casa sería un ejemplo de exposición crónica a agentes poco irritantes que llevaría a un desgaste de la capa córnea por acumulo de irritaciones, lo que podría evitarse con el uso continuado de guantes.

   "Si una persona toca un producto con las manos sudadas es mas fácil que le produzca una irritación. Esto sería un ejemplo de una condición de exposición que facilita la aparición de un eccema", comenta el dermatólogo sobre otra de las situaciones en las que existe un mayor riesgo de sufrir eccema en las manos.

CUANDO EL ECCEMA SE VUELVE CRÓNICO

   Los eccemas crónicos deben ser valorados mediante pruebas epicutáneas para descartar su origen alérgico porque en muchos casos es fácil de evitar aquello que nos está ocasionando su aparición y si no es posible evitar la fuente, sí se impone reducir el contacto o buscar alternativas menos irritantes. La protección mediante el uso de guantes es fundamental y se completa con cremas hidratantes cuando no existen eccemas para reforzar la salud de la piel así como cremas barrera específicas que reduzcan la aparición de los brotes.

   Cuando se trata de la vertiente constitucional del eccema, el que se presenta en manos y pies, suele existir una base atópica asociada también a asma, rinitis o conjuntivitis. Los eccemas suelen presentarse en brotes con los cambios de estación, la sudoración abundante o los cambios internos. Los desencadenantes son tan variados como las personas que padecen este tipo de lesiones y en ellos también juega un papel importante la interacción entre los distintos sistemas del organismo como el sistema inmune, el hormonal, el emocional, etc.

   El doctor apunta que en la mayoría de ocasiones existen condicionantes genéticos e internos que ocasionan la aparición de los eccemas aunque el entorno laboral es un importante factor desencadenante, por ello es básico emplear medidas de protección para minimizar la aparición de lesiones.

   El tratamiento, siempre que sea posible, pasa por evitar los productos irritantes o si esto no es viable emplear guantes; en segundo lugar, cuando existen lesiones agudas con ampollas se emplean baños de agua y sal para secarlas; en el ámbito de los fármacos se utilizan cremas con corticoides en el caso de los brotes y antihistamínicos orales. Si los eccemas son refractarios y crónicos el tratamiento se realiza por vía oral y también se usa fototerapia con la aplicación de rayos ultravioleta cuando se trata de manos y pies.

QUÉ NO DEBES HACER SI TIENES ECCEMAS

   Se trata de lesiones menores a las que en ocasiones no prestamos demasiada atención pero que pueden agravarse en el caso de:

·Dejar sin tratar el eccema: siempre hay que cuidar de un eccema, si se trata de una lesión aguda hay que secarla con agua y sal, y cuando ya no hay vesículas emplear cremas hidratantes para que reaparezca lo más tarde posible.

·No acudir al dermatólogo: hay que evitar la cronicidad de los eccemas y para ello buscar la causa que los ocasionan a través de la consulta dermatológica. Cuando en los eccemas aparecen las grietas no solo existe riesgo de sobreinfección por bacterias, lo cual impide el funcionamiento de las cremas con corticoides, sino que además dejan la vía abierta a la aparición de alergias antes no presentes. "No curar los eccemas puede ser más serio de lo que parece, resulta más fácil hacerte alérgico y eso es algo para toda la vida", comenta el doctor.

   ·Usar aloe vera, cataplasmas o remedios caseros: porque pueden empeorar la situación y no tienen ninguna eficacia además de hacerte retrasar la visita al dermatólogo.

   ·Utilizar crema con corticoides sin pautar: el uso de corticoides debe limitarse a 7 días cuando se trata de lesiones agudas si se trata de lesiones crónicas el mantenimiento debe realizarse con otros productos similares pero sin estos componentes que pueden llegar a atrofiar la piel si se utilizan en exceso.