Vivir en barrios 'buenos' en los primeros años de vida, vinculado a menor riesgo de obesidad

Archivo - Padres, familia, andar, bebé, zapatos, zapatillas.
Archivo - Padres, familia, andar, bebé, zapatos, zapatillas. - PHOTOATTRACTIVE/ ISTOCK - Archivo
Publicado: viernes, 23 diciembre 2022 7:42

MADRID, 23 Dic. (EUROPA PRESS) -

Residir en barrios con mayores oportunidades o menor vulnerabilidad en los primeros años de vida, especialmente al nacer, puede estar asociado con una menor trayectoria media del Índice de Masa Corporal (IMC) y un menor riesgo de obesidad durante la adolescencia, según un nuevo estudio dirigido por investigadores del Harvard Pilgrim Health Care Institute (Estados Unidos) y publicado en la revista 'JAMA Network Open'.

"Nuestros hallazgos apoyan la idea de que la calidad de los barrios donde residen los niños es un factor importante que puede promover el desarrollo de patrones favorables de IMC, mitigando potencialmente el riesgo futuro de enfermedades crónicas", destaca el autor principal Izzuddin Aris, Profesor Asistente en el Departamento de Medicina de la Población en el Harvard Pilgrim Health Care Institute y Harvard Medical School.

Los atributos físicos y sociales de los barrios donde residen los niños se reconocen cada vez más como un importante factor determinante de la salud a lo largo de la vida. En comparación con los adultos, los niños pueden ser particularmente vulnerables a las condiciones adversas del vecindario, con consecuencias para la salud durante toda la vida. El grado en que estos atributos se relacionan con el IMC infantil y el riesgo de obesidad sigue siendo poco estudiado.

Los estudios previos se han visto a menudo limitados por el pequeño tamaño de las muestras, la falta de diversidad geográfica y la insuficiente variación de las características a nivel individual, todo lo cual podría dificultar la capacidad de detectar estas asociaciones.

El equipo del estudio abordó estas lagunas de la investigación examinando nuevos índices de vecindario y utilizando una cohorte geográficamente diversa de más de 20.000 niños de 54 cohortes de nacimiento de todo Estados Unidos que participaban en el programa Environmental influences on Child Health Outcomes (ECHO). Vincularon direcciones residenciales geocodificadas obtenidas en el nacimiento, la infancia, la primera niñez y la niñez media con el Índice de Oportunidad Infantil (IOI) y el Índice de Vulnerabilidad Social (IVS) a nivel de sección censal y examinaron las asociaciones de ChOI o IVS con el IMC y la obesidad infantil a lo largo del tiempo.

Los investigadores descubrieron que, en todas las etapas de la vida, los niños que residían en zonas con un mayor IOI presentaban trayectorias medias de IMC más bajas y un menor riesgo de obesidad desde la infancia hasta la adolescencia, independientemente de las características sociodemográficas y prenatales de la familia. El equipo observó patrones de resultados similares en los niños que residían en zonas con menor IVS.

Estas asociaciones fueron más fuertes para los niños que residían en barrios con mayores oportunidades o menor vulnerabilidad. Es importante destacar que estas asociaciones fueron más fuertes para la exposición a los barrios en el nacimiento en comparación con la exposición en etapas posteriores de la vida, lo que indica que el embarazo es una ventana importante para la exposición.

"Este estudio refuerza la necesidad de centrarse en inversiones que aborden las estructuras que comprometen sistemáticamente la salud de las comunidades marginadas --subraya Aris--. Los resultados también pueden informar futuros estudios sobre si las iniciativas o políticas que alteran componentes específicos del entorno del vecindario serían eficaces para prevenir el exceso de peso y la obesidad en los niños".