MADRID, 30 May. (EUROPA PRESS) -
Uno de los misterios de Zika es cómo el virus pasa de una madre infectada, a través de la placenta, al feto en desarrollo. Un estudio que se publica este viernes en 'Cell Host & Microbe' apoya la posibilidad de que células inmunes de la placenta, llamadas células de Hofbauer, que tienen acceso directo a los vasos sanguíneos fetales, sean células implicadas.
"Un grupo ha descubierto recientemente antígeno viral en las células de Hofbauer recogidas de tejido de la placenta de un feto que, lamentablemente, murió como resultado de la infección por el virus Zika", dice el autor principal y profesor asistente de Pediatría en la Escuela de Medicina de la Universidad de Emory, en Estados Unidos, Mehul Suthar.
"Nuestro estudio indica que este tipo de células puede ser una diana para el virus Zika en la placenta y la replicación en estas células puede permitir que el virus atraviese la barrera placentaria y entre en la circulación fetal", añade el coautor Rana Chakraborty, especialista en enfermedades infecciosas en Emory.
Los investigadores estudiaron una pequeña muestra de placentas humanas a término donadas para identificar los tipos de células que pueden ser vulnerables a la infección por el virus Zika (utilizando una cepa que está circulando en el Caribe). Además de las células Hofbauer, que son macrófagos placentarios que se originan de células madre mesenquimales en el tejido conectivo de un feto en desarrollo, la infección también se detectó a un menor grado en los citotrofoblastos, células que se encuentran en la capa media de la barrera placentaria.
Una posible explicación de cómo el virus cruza la barrera placentaria es mediante la infección inicial del sincitiotrofoblasto, la capa más externa de las células que rodea y nutre el feto. Sin embargo, un trabajo anterior ha demostrado que estas células pueden resistir el virus.
El trabajo del Laboratorio de Suthar muestra que los citotrofoblastos menos diferenciados son permisivos a la infección por el virus Zika, lo que sugiere que si el virus es capaz de atravesar la capa de sincitiotrofoblasto, el virus tiene acceso a las células diana en las que puede replicarse. Aunque las células de Hofbauer se identificaron hace más de un siglo, se sabe muy poco acerca de ellas.
En general, la epidemia provocada por el virus Zika ha ayudado a revelar que la placenta es uno de los órganos humanos menos estudiados. Una observación interesante del estudio es que las células de la placenta de los cinco donantes mostraron diferentes niveles de replicación viral en el tiempo.
"Un concepto que está surgiendo es la forma en la que la genética del huésped u otros factores no virales, incluyendo la nutrición y la microbiota, influyen en la respuesta inmune --apunta Suthar--. Lo que nuestro estudio sugiere es que no está todo el mundo predispuesto a tener la réplica del virus en la placenta, pero el significado completo de este planteamiento necesita explorarse aún más".