MADRID, 5 Abr. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Hospital Niño Jesús de Madrid han confirmado la seguridad y, en algunos pacientes, la eficacia de una terapia celular experimental desarrollada en España frente al neuroblastoma avanzado en niños, utilizando virus para destruir las células tumorales y activando al sistema inmune para que colabore en dicho ataque.
Este novedoso tratamiento, pionero a nivel mundial y conocido como 'Celyvir', fue desarrollado hace más de 10 años por investigadores de este centro hospitalario, el Instituto de Salud Carlos III y el Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (Idibell) en Barcelona. Desde entonces se ha probado en más de 20 niños con este tumor, del que se detectan en España unos 50 nuevos casos al año, y la mitad tienen mal pronóstico ya que se diagnostican en fase avanzada.
En todos los casos fue "muy bien tolerado" ya que la máxima toxicidad detectada fue una "fiebre pasajera", y en cinco casos consiguió una respuesta clínica, incluyendo dos casos en los que la enfermedad llegó a desaparecer, según los datos recopilados en el último número de la revista 'Cancer Letters'. Unos resultados prometedores que han propiciado el inicio de un ensayo clínico que incluye también a pacientes adultos.
"Los tumores en edad pediátrica son mucho menos frecuentes que en adultos, lo que hace que el desarrollo de nuevos tratamientos sea muy lento y el arsenal terapéutico muy limitado, de ahí que se necesiten nuevas terapias, sobre todo para los pacientes que van mal", ha reconocido Manuel Ramírez, coordinador del Laboratorio de Investigación de Onco-Hematología del Niño Jesús y uno de los ideólogos de esta terapia.
El tratamiento utiliza adenovirus similares a los que causan cualquier resfriado común que son modificados genéticamente para conseguir un virus oncolítico "capaz de replicarse y matar células tumorales respetando a las células sanas", ha explicado Javier García Castro, de la Unidad de Biotecnología Celular del Carlos III.
Para hacerlos llegar hasta el interior del tumor, los investigadores utilizan células mesenquimales extraídas de la médula ósea del propio paciente que, mediante la estrategia del Caballo de Troya, "esconden" al virus para impedir que sea atacado por el sistema inmune.
UN "TAXI" PARA LLEVAR AL VIRUS HASTA EL TUMOR
Estas células, que son aisladas, expandidas e infectadas por el virus en el laboratorio, se administran al paciente por vía intravenosa y "sirven de taxi para llevar al virus al interior del tumor", según ha explicado García Castro. El virus aprovecha ese viaje en el interior de la célula para replicarse y, al mismo tiempo, funciona como una bomba de relojería que "explota cuando llega al tumor".
Además, estas células mesenquimales producen un "efecto llamada" a las células del sistema inmune y, al igual que eliminan los virus, "de forma indirecta también atacan a las células tumorales y le dan el golpe final". De hecho, este experto reconoce que para que el tratamiento sea realmente eficaz "el sistema inmune tiene que reaccionar ante el tumor y no ante el virus".
Este abordaje, combinando células mesenquimales que llevan virus hasta el interior del tumor, es pionero en el mundo ya que sólo hay dos hospitales de Estados Unidos que estén pensando hacerlo, pero frente a otros tumores.
En los casos hasta ahora tratados con esta terapia experimental, mediante el sistema de uso compasivo, han visto una respuesta desigual que variaba en función del estado del sistema inmune del paciente, ya que en algunos casos eran niños que ya habían recibido muchos tratamientos previos sin éxito.
EN DOS CASOS EL TUMOR DESAPARECIÓ POR COMPLETO
Este hecho, según los autores, fue clave para que en dos pacientes el tumor desapareciera (aunque uno de ellos acabó recayendo de la enfermedad meses más tarde), en otro se estabilizara durante casi dos años y en tres se produjera una respuesta parcial, ya que algunas lesiones desaparecieron y otras no. En el resto, ha reconocido Ramírez, "no les hizo daño pero tampoco ofreció un beneficio".
No obstante, el análisis de estos casos ha permitido ser más restrictivos a la hora de seguir usando esta terapia frente al neuroblastoma, sólo en los pacientes en los que realmente puede ser efectiva.
Asimismo, los estudios en laboratorio han demostrado que determinadas células mesenquimales pueden "funcionar mejor" a la hora de activar al sistema inmune y también han visto que si se usan células de un donante, en lugar del propio paciente, puede acelerar el desarrollo de la terapia, que actualmente suele durar un mes.
ENSAYO EN FASE 1, TAMBIÉN CON ADULTOS
De hecho, prueba de que la investigación está aun abierta es que, en colaboración con el Hospital 12 de Octubre de Madrid, han finalizado un ensayo clínico en fase I que ha incluido a 10 niños y 10 adultos con otros tipos de tumor metastásico (el neuroblastoma es exclusivamente pediátrico) para probar si esta estrategia puede funcionar en otros casos.
"Los resultados los presentaremos a finales de año", ha informado Ramírez, que admite que por el momento lo único que pueden corroborar es que la terapia ha vuelto a demostrar su seguridad, clave para poder pasar a una segunda fase en la que ya se analizaría su eficacia.
Pero para ello, ha aclarado, "se necesitan recursos" ya que hasta el momento la investigación está saliendo adelante gracias a financiación pública y al apoyo económico de diferentes entidades como la Asociación Pablo Ugarte, la Asociación de Familiares y Amigos de Pacientes de Enfermos de Neuroblastoma o la Fundación Onco-Hematología Infantil. De hecho, no descartan que el proyecto acabe despertando el interés de la industria.
"Esto ha sido posible a partir de una idea, y poder llevarlo hasta la clínica es muy raro en España", ha añadido Castro, que confía en un futuro esta terapia pueda servir para tratar diferentes tumores.