MADRID, 9 Jul. (EUROPA PRESS) -
El grupo de Neurovirología de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), dirigido por el profesor José Antonio López Guerrero, se concentra actualmente en el estudio de la susceptibilidad de células del Sistema Nervioso Central (SNC) a la infección por el virus Herpes simplex tipo 1 (HSV-1), un virus neurotrópico capaz de infectar numerosos tipos celulares.
Este laboratorio lleva años investigando la relación de dicho patógeno con los oligodendrocitos (OLs), las células del SNC que forman la vaina de mielina. Las evidencias que sugieren que ciertos procesos desmielinizantes podrían deberse a infecciones víricas --entre las que destacarían las producidas por la familia Herpesviridae-- impulsaron la elección del modelo oligodendrocítico en la infección por HSV-1.
"Nuestros estudios preliminares ya habían mostrado que los OLs son altamente susceptibles a la infección por HSV-1, y que, cuando maduran y se diferencian, estas células se vuelven más susceptibles a la infección", ha señalado la científica senior del grupo de Neurovirología y primera firmante del trabajo, Raquel Bello-Morales.
"Tras descubrir este efecto de la diferenciación celular en la infección, así como otros procesos donde se observó una implicación de proteínas de tráfico celular en la misma, decidimos profundizar en la diseminación del virus, ya que todavía son desconocidos muchos aspectos referentes a los mecanismos que este utiliza para salir de las células infectadas y diseminarse a las células sanas", ha añadido la investigadora.
Las denominadas vesículas extracelulares (VEs) son un grupo heterogéneo de vesículas de membrana, secretadas por la mayoría de tipos celulares que tienen una enorme importancia en numerosos procesos fisiológicos y patológicos, entre ellos inflamación, progresión tumoral y respuesta inmunológica.
Las microvesículas (MVs) son VEs que se forman a partir de la membrana celular. Los últimos resultados del grupo de López Guerrero, publicados en la revista 'Journal of Virology', muestran el aislamiento y caracterización de las MVs producidas por células oligodendrocíticas infectadas por HSV-1,y se estudian su relación con la salida viral.
Según el trabajo, las MVs parecen proceder de la ruta autofágica -mecanismo de regulación de la degradación proteica y de orgánulos celulares-, dado que mostraron marcadores de dicho proceso autofágico, como la proteína LC3B.
VIRUS ESCONDIDO
Según los autores, la extrapolación del estudio a otros tipos celulares mostró que la salida viral mediada por MVs es dependiente del tipo celular, dado que en la línea de melanoma humano Mewo se encontraron estructuras sugerentes de un proceso de salida viral mediante la evaginación de la membrana celular conteniendo viriones con envuelta encerrados en vesículas.
Estas estructuras, que mostraron viriones rodeados por tres envueltas, no fueron sin embargo observadas en la línea celular oligodendrocítica HOG. Para estudiar el papel de las MVs en el ciclo viral se llevaron a cabo ensayos de neutralización, es decir, bloqueo de la infección viral.
El intento de neutralización de estas MVs infectadas mediante anticuerpos contra el virus, mostró que estos anticuerpos no eran capaces de evitar la infección, es decir, no eran capaces de neutralizar a las MVs infectadas, lo que sugiere que estas MVs podrían estar "escondiendo" al virus de la vigilancia del sistema inmunitario y actuar, por tanto, como un mecanismo de evasión inmunológica.
En conclusión, el estudio muestra que los viriones de HSV-1 podrían salir de las células dentro de MVs y diseminarse a otras células sin ser detectados por el sistema inmunitario. Estos estudios pondrían nuevamente de relieve la importancia del tráfico vesicular dentro y fuera de las células, algo que ya se había observado en campos de investigación como la inmunología, oncología o neurología.
Un mayor conocimiento de las vías de diseminación de virus tan comunes como HSV-1 (se estima que hasta el 80-90 por ciento de la población mundial está infectada por uno o varios miembros de la familia Herpesviridae), y su posible implicación en procesos autoinmunes o neurodegenerativos como la esclerosis múltiple, podría dar nuevas claves para futuros abordajes terapéuticos, como la posibilidad de actuar sobre esta y otras patologías autoinmunes mediante el bloqueo de la diseminación de los posibles virus implicados en el proceso.