MADRID 22 May. (EUROPA PRESS) -
La secuenciación del genoma del virus de la gripe A desvela que el origen de todos los segmentos genéticos que lo forman se encuentra en las aves y que luego pasó a los cerdos. La mayoría de estos genes virales llevan circulando en Norteamérica y Asia desde 1998. El estudio, dirigido por el Centro de Colaboración para la Gripe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en los Centros de Control y Prevención de las Enfermedades en Atlanta (Estados Unidos), se publicará en la revista 'Science'.
La secuenciación de los genomas de más de 50 muestras del virus de la gripe A (H1N1) indica que este virus está remotamente relacionado con los virus con los que guarda un mayor parecido, lo que indica que sus genes han estado circulando sin ser detectados durante un largo periodo de tiempo. Los descubrimientos sugieren que en el futuro las poblaciones porcinas deberán ser vigiladas más de cerca ante la posibilidad de que aparezcan virus de la gripe.
Los científicos, dirigidos por Rebecca Garten, secuenciaron en parte o por completo los genomas de los virus (H1N1) de la gripe A de 2009 aislados en México y los Estados Unidos. Determinaron el origen de los ocho segmentos genéticos del virus y descubrieron que la combinación de estos segmentos genéticos no se había descubierto antes entre los virus de la gripe porcina o humana.
Según los investigadores, todos los segmentos se originaron en aves y después comenzaron a circular en cerdos en varios momentos temporales distintos entre 1918 y 1998.
Seis de los ocho segmentos se originaron de una triple recombinación de virus porcinos que habían estado circulando en Norteamérica y Asia desde 1998. Esta triple recombinación incluye material genético de humanos, aves y virus porcinos como resultado de la tendencia de estos virus a intercambiar piezas de los genomas entre sí. Los otros dos segmentos genéticos están derivados de virus porcinos eurasiáticos.
Las secuencias de los segmentos genéticos no revelaron las firmas de alta transmisibilidad o virulencia que se habían descubierto en otros virus de gripe A, lo que sugiere que otras secuencias aún desconocidas son las responsables de la capacidad del nuevo virus para replicarse y extenderse entre los humanos.
Los investigadores también examinaron de cerca la proteína hemaglutinina del virus A (H1N1), que es la responsable de la capacidad del virus para unirse e infectar la célula del organismo invadido.
Los experimentos en tubos de laboratorio en los que se examinaron cómo los anticuerpos de hurones reaccionaban ante esta proteína sugieren que la nueva variedad tiene propiedades antigénicas que son similares a las de otros virus A porcinos (H1N1) pero distintas a las de la gripe humana estacional.
Según los investigadores, es necesario seguir examinando estos cambios en la proteína hemaglutinina en el nuevo virus dado que es un aspecto que podría afectar a la selección de posibles vacunas.