MADRID, 31 Oct. (EUROPA PRESS) -
Comer más frutas y verduras con alto contenido de pesticidas se asocia con una menor probabilidad de embarazo y nacimiento después del tratamiento de infertilidad para mujeres que usan tecnologías de reproducción asistida. La investigación sugiere que la ingestión de mezclas de plaguicidas al inicio del embarazo puede estar asociada con una disminución de los nacidos vivos, lo que genera preocupación de que los niveles de residuos de plaguicidas permitidos en los alimentos por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos aún sean demasiado altos para las mujeres embarazadas. e infantes.
En este estudio, investigadores de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de la Universidad de Harvard, en Boston, Estados Unidos, analizaron a 325 mujeres que completaron un cuestionario sobre su dieta y posteriormente se sometieron a ciclos de tecnologías de reproducción asistida como parte del estudio de 'Medio Ambiente y Salud Reproductiva' (EARTH, por sus siglas en inglés) en un centro de fertilidad en un hospital universitario de Boston.
Los autores del trabajo clasificaron las frutas y verduras como aquellas con un alto o bajo nivel de residuos de plaguicidas utilizando un método basado en los datos de vigilancia del Departamento de Agricultura de Estados Unidos. Además, contabilizaron el número de embarazos confirmados y nacimientos vivos por ciclo de tratamiento de fertilidad.
NO SE PUEDE PROBAR UNA RELACIÓN DE CAUSA Y EFECTO
Se trata de un estudio observacional. En estudios observacionales, los autores observan las exposiciones y los resultados para los pacientes a medida que ocurren de forma natural en la atención clínica o la vida real. Como los científicos no intervienen para los fines del estudio, no pueden controlar las diferencias naturales que podrían explicar los hallazgos del análisis, por lo que no pueden probar una relación de causa y efecto.
No obstante, los resultados de Jorge E. Chavarro, de Harvard, y sus colegas son que consumir más frutas y verduras con alto contenido de pesticidas (por ejemplo, fresas y espinacas crudas) se asoció con una menor probabilidad de embarazo y nacimiento después del tratamiento de infertilidad, mientras que ingerir más frutas y verduras con bajo contenido de pesticidas no se vinculó con peores resultados de embarazos y nacidos vivos.
Entre las limitaciones del trabajo está que se estimó la exposición a los pesticidas en base al consumo que informaron las propias mujeres participantes en combinación con los datos de vigilancia de residuos de plaguicidas en lugar de a través de la medición directa. El estudio tampoco puede vincular pesticidas específicos a los efectos adversos.