MADRID, 12 Oct. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Clínica Cleveland (Estados Unidos) han descubierto diferencias en la composición bacteriana del tejido mamario de mujeres sanas y el de pacientes con cáncer de mama que podrían ofrecer una nueva perspectiva en el abordaje de estos tumores.
Las bacterias que viven en el organismo, lo que se conoce como la microbiota, influyen en muchas enfermedades aunque la mayoría de estudios se han centrado en el papel que juegan las que habitan en el tracto digestivo, que conforman la microbiota intestinal.
Sin embargo, desde hace tiempo se sospecha que también existe una microbiota en el tejido mamario que desempeña un papel clave en la aparición del cáncer en esta zona. Y en este trabajo, que publica la revista 'Oncotarget', se ha dado el primer paso hacia su comprensión tras observar diferencias entre el tejido mamario sano y el cancerígeno.
"Nuestra esperanza es encontrar un biomarcador que nos ayude a diagnosticar el cáncer de mama de forma rápida y sencilla y, en nuestros sueños más salvajes, esperamos poder usar el análisis de la microbiota justo antes de que se desarrolle el cáncer de mama para prevenirlo con probióticos o antibióticos", ha explicado Charis Eng, autor de esta investigación.
En su trabajo analizaron muestras de tejidos de 78 pacientes que se sometieron a una mastectomía por un carcinoma invasivo en la mama o a una cirugía por temas estéticos. Además, utilizaron muestras de orina y de saliva para determinar la composición bacteriana de otras partes del cuerpo.
En su análisis vieron que el tejido mamario sano contenían niveles más altos de 'Methylobacterium', mientras que las muestras de orina también revelaron una mayor presencia de bacterias gram-positivas, incluyendo 'Staphylococcus' y 'Actinomyces'. No obstante, todavía se necesitan más estudios para determinar el papel que estos microorganismos pueden desempeñar en el cáncer de mama.
"Se necesitan estudios más amplios, pero éste es el primer paso sólido hacia una mejor comprensión de los desequilibrios bacterianos en el cáncer de mama", ha añadido Stephen Grobymer, también autor del estudio.