Una vida sana y la genética explican la longevidad del corazón centenario

Presentación de varios estudios en el Congreso de Cardiología ESC Congress 2014
EUROPA PRESS
Actualizado: domingo, 5 julio 2015 22:56

BARCELONA 2 Sep. (EUROPA PRESS) -

Factores que reducen el riesgo cardiovascular como los de carácter genético y haber llevado una vida sana explican la longevidad de los corazones centenarios, según el estudio 4C (Caracterización Científica del Corazón del Centenario), que ha analizado a 118 ancianos de 100 años.

En una rueda de prensa este martes en el congreso de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC), el presidente de la Sección de Cardiología Geriátrica de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), Manuel Martínez, ha asegurado que tener "un corazón bastante fuerte" es lo que les ha permitido llegar a esa edad.

Ha concretado que casi todos los participantes tenían hábitos saludables, habían sido muy activos hasta mayores y no fumaban, entre otros, y en relación a las variables genéticas, el 65% de los ancianos tenía algún familiar de 90 años o más.

El trabajo, que ha sometido a los participantes a estudios electrocardiográficos y cardiográficos, se ha llevado a cabo con el fin de averiguar las características cardiovasculares que explican la longevidad de los centenarios para saber "cómo llegar a esa edad y hacerlo en buenas condiciones".

Del total de participantes, de los que más del 80% eran mujeres, un 45% consideraba que su salud era "buena o muy buena" y la puntuaron con un ocho o más, lo que supuso una "sorpresa" para los investigadores.

Ha subrayado que la única diferencia relevante entre los sexos es que las mujeres tienen unos resultados del electrocardiograma más normales que los de los hombres: "El corazón de la mujer es particularmente más resistente a la enfermedad cardiovascular", lo que explica que su esperanza de vida sea de 85 años y la de los hombres esté entre los 80 y 81 años.

FRAGILIDAD EN ANCIANOS INFARTADOS

Otra investigación también relacionada con mayores presentada por la cardióloga del Hospital Clínico Universitario de Valencia Clara Bonanad concluye que la presencia de fragilidad en ancianos infartados triplica las probabilidades de muerte o reinfarto.

El trabajo ha analizado a 365 pacientes de más de 65 años con fragilidad -disminución de las reservas y resistencia del organismo--, discapacidad física, discapacidad instrumental, cognitiva, comorbidad -presencia de otras enfermedades--, y de todas ellas la que más influye en la recuperación del paciente con un infarto es la fragilidad, incluso por encima de su edad.