MADRID, 14 Ago. (EUROPA PRESS) -
Durante el verano el uso de las nuevas tecnologías aumenta, sobre todo entre los niños, pero su utilización de forma excesiva puede llegar a deteriorar sus diferentes esferas vitales, según han explicado los especialistas del Hospital Vithas Xanit Internacional.
"En verano los niños tienen más tiempo libre y es frecuente que aumente su consumo de nuevas tecnologías, sobre todo porque les ayudan a entretenerse. Abusar de las nuevas tecnologías puede traer consigo consecuencias negativas para los pequeños, malestares transitorios o inadaptación. Además, pueden dar lugar a una posible aparición de alteraciones como cambios en el humor, episodios de agresividad, bajo autocontrol, explosiones de ira e irritabilidad o trastornos del sueño, entre otros", han declarado Rocío Juárez y Ruíz de Mier, neuropsicóloga y psicóloga infantil del Hospital Vithas Xanit Internacional.
Para ello, se debe evitar su uso de manera inadecuada y que no disminuyan las relaciones sociales con la familia o amigos, al igual que hay que prestar especial atención si el niño muestra apatía ante actividades sociales y lúdicas.
Asimismo, los expertos han recomendado vigilar el número de horas que hace el menor uso de los dispositivos electrónicos y planifica de forma semanal este tiempo para que pueda alternar esta actividad con otras como la realización de actividades deportivas.
También, es importante poner estos dispositivos en un lugar visible del entorno familiar, evitando, por ejemplo, que el niño se encierre sólo en su habitación, han señalado los especialistas quienes han aconsejado instalar filtros en la búsqueda del dispositivo y explícale qué pueden y no pueden hacer con ellos para ayudarnos a controlar su actividad.
Por último hay que propiciar que realicen otras actividades, haciendo una lista de cosas que pueden hacer en casa que no estén relacionados con la tecnología, como manualidades, lectura, cocina, etc., potenciando la relación con otros niños.
LA ALIMENTACIÓN: OTRA GRAN PREOCUPACIÓN
"Es complicado que un niño coma sano hoy día durante los meses de verano debido a la variedad de alimentos con elevadas calorías que existen en el mercado, a lo que se le suman otros factores", han apuntado los expertos, quienes añaden que comer fruta o verdura a diario puede ser una misión casi imposible si este hábito no está instaurado en el núcleo familiar.
Por ello, el coordinador de la Unidad de Pediatría del Hospital Vithas Xanit Internacional, Antonio Conejo, ha aconsejado que es importante leer detenidamente la información nutricional a la hora de hacer la compra si no quieres que consuman productos con demasiado azúcar refinado o grasas saturadas.
Del mismo modo, hay que explicarles cómo se debe comer, los beneficios que aporta a su organismo, los efectos positivos que pueden llegar a tener y déjales que ayuden en la elaboración de los platos. A veces, con la comida sí se debe jugar, han especificado.
También, han recomendado planificar el menú semanal, y dejar que participen en algunas decisiones y elijan sus alimentos o platos preferidos, y hay que conseguir que aumenten el consumo de fruta y verdura predicando con el ejemplo. Aprovecha la fruta que nos ofrece el verano como la sandía o el melón, entre otros.
La hora de la comida no debe ser traumática para el pequeño, por lo que aconsejan que no hay que obliguarles a comer, pero tampoco sustituir lo que no le guste por productos de baja calidad alimenticia o intentes "compensar" ofreciendo picoteos insanos entre horas. Por último, es imposible que los niños adquieran hábitos saludables, alimenticios o de cualquier índole, si estos hábitos no están establecidos y asentados en el núcleo familiar.
SE DEBE TENER ESPECIAL CUIDADO CON LA PIEL
Desde el equipo de Dermatólogos del Hospital Vithas Xanit han alertado de la atención que se debe prestar a la piel de los más pequeños. Una patología frecuente en estos meses son las alteraciones en la pigmentación de la piel de los más pequeños, conocida en terminología médica como pitiriasis alba, una de las manifestaciones de la dermatitis atópica más frecuentes en los niños que afecta aproximadamente al 30 por ciento de la población infantil.
Su principal síntoma es la aparición de pequeñas áreas redondeadas de descamación en cara y cuello que, tras su desaparición, dan lugar a manchas hipopigmentadas (blancas) que se hacen más patentes durante el verano.
Otra patología frecuente durante estos meses es la pitiriasis versicolor, una infección superficial de la piel que está causada por un hongo y que también se manifiesta como lesiones hipopigmentadas con descamación, ligeramente rosadas o de coloración parda que, frecuentemente, afecta a la espalda, pecho y cara.