WASHINGTON 23 Feb. (EUROPA PRESS) -
Que los padres dejen ver a sus hijos películas restringidas al público adulto puede ser un factor tan poderoso como los amigos para que un adolescente asuma que el tabaco es un elemento de fácil acceso y, por tanto, para iniciarse prematuramente en este hábito.
Asi concluye un estudio realizado por la Medical School de la Universidad de Massachusetts, publicado en el American Journal of Preventive Medicine, que analizó datos de un estudio realizado sobre 1.246 alumnos de sexto grado a quienes se entrevistó en once ocasiones entre los años 2002 y 2006. En el cuestionario fueron encuestados sobre si estaban o no de acuerdo con la siguiente frase: "Para mi sería fácil hacerme con un cigarrillo". También se les preguntó: "¿Está permitido fumar dentro de casa? y ¿Con qué frecuencia mis padres me dejan ver películas o vídeos restringidos para mayores de 17 años (películas R)?.
En la clasificación de películas estadounidense, la restricción R afecta a personas menores de 17 años, que requieren la compañía del padre o un adulto, por su alto contenido violento, contenido sexual o uso extensivo de drogas. En algunos estados, la edad mínima para ver una película de este tipo sin acompañamiento es 18 años.
Los investigadores encontraron que el permiso paterno para ver este tipo de películas era uno de los factores predictivos más fuerte para tener predisposición a fumar, tanto como tener amigos que fuman. "No sabemos por qué ésto es asi. Puede estar relacionado con un estilo paterno que resulta permisivo con actividades no apropiadas para su edad. O puede tratarse de un deseo de reproducir las escenas de las películas en que se fuma", según el autor principal del estudio, el doctor Chyke Doubeni.