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MADRID, 16 Feb. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Boston Medical Center, en Estados Unidos, aseguran que la velocidad al andar puede ayudar a predecir el riesgo de demencia de una persona, tras haber comprobado que aquellos que caminan más despacio tienen más probabilidades de padecer este trastorno mental, según los datos que van a presentar en el próximo encuentro de la Academia Americana de Neurología, que se celebrará próximamente en Nueva Orleans.
Estudios previos publicados en revistas tan prestigiosas como el 'British Medical Journal' (BMJ) o el 'Journal of the American Medical Association' (JAMA) habían demostrado como la velocidad al caminar podía servir para detectar futuros problemas de salud.
De este modo, se había observado que las personas que caminan despacio tienen más riesgo de sufrir un infarto y otras enfermedades cardiacas, mientras que otro estudio mostró una relación entre la rapidez al caminar a partir del 65 años y una mayor longevidad.
Ante estos precedentes, y según explica la BBC, la doctora Erica Camargo y su equipo seleccionaron a más de 2.400 hombres y mujeres de 62 años de edad media para someterles a unas pruebas de velocidad al caminar y medir tanto su fuerza de agarre como sus funciones cognitivas. Asimismo, también se realizaron escáneres cerebrales a todos los participantes.
Durante un período de estudio de 11 años, un total de 34 personas acabaron desarrollando demencia y a 70 se les diagnosticó una enfermedad cerebrovascular.
Cuando se analizaron los resultados con las pruebas realizadas inicialmente, se observó que aquellos que caminaban más lentamente tenían un mayor riesgo de demencia.
Asimismo, comprobaron que aquellos que tenían menos fuerza de agarre --midiendo la fuerza al cerrar el puño-- mostraron más riesgo de enfermedad cerebrovascular.
"Aunque en las personas más mayores la fragilidad y un menor rendimiento físico han estado asociados con un mayor riesgo de demencia, hasta ahora no estábamos seguros del impacto que tenían estos factores en las personas de mediana edad", según ha reconocido esta experta en declaraciones recogidas por Europa Press.
Camargo asegura que las pruebas que han de realizarse para medir estos parámetros "se pueden hacer en una simple oficina" y, por tanto, pueden "realizarlas fácilmente un neurólogo o un médico general", a fin de obtener información sobre el riesgo de demencia y enfermedad cerebrovascular.
No obstante, admite que "será necesario llevar a cabo más estudios para entender porqué ocurre esto y si hay una enfermedad preclínica que pudiera estar causando la lentitud al caminar o una menor fuerza de agarre".