BARCELONA, 21 Nov. (EUROPA PRESS) -
Las áreas verdes residenciales protegen contra la mortalidad prematura por todas las causas, según una revisión sistemática y un meta-análisis de estudios realizados por el Institut de Salut Global de Barcelona (ISGlobal), en colaboración con la Universidad de Colorado (Estados Unidos) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El trabajo, publicado en la revista 'The Lancet Planetary Health', ha estimado que el efecto protector reduce en un 4% la mortalidad por cada incremento de 0,1 en el índice de vegetación --medida con un método basado en imágenes de satélite-- en los 500 metros de alrededor de la residencia.
"Es la síntesis más grande y completa hasta la fecha sobre espacios verdes y mortalidad prematura y los resultados apoyan intervenciones y políticas que incrementen los espacios verdes como estrategia para mejorar la salud pública", ha destacado el primer autor del estudio, David Rojas.
Además, el estudio proporciona "valiosa información que se podrá usar en estudios de evaluación de impacto en salud", ha destacado el investigador de la Universidad de Colorado y el ISGlobal --centro impulsado por La Caixa--.
La revisión ha incluido nueve estudios longitudinales en siete países --Canadá, Estados Unidos, España, Italia, Australia, Suiza y China-- y más de ocho millones de personas, por lo que consideran que proporciona evidencia científica robusta sobre el impacto que tiene el incremento de las áreas verdes en las ciudades sobre la mortalidad prematura.
El director de la Iniciativa de Planificación Urbana, Medio Ambiente y Salud de ISGlobal, Mark Nieuwenhuijsen, ha concluido: "Los programas de incremento del verde urbano no solo son clave para promover la salud pública, sino que también aumentan la biodiversidad y mitigan los impactos del cambio climático, haciendo que nuestras ciudades sean más sostenibles y habitables".
LA MITAD DE LA POBLACIÓN MUNDIAL
La mitad de la población mundial vive en ciudades, donde suele haber pocos espacios verdes, y muchos estudios indican que las áreas verdes en las urbes tienen un efecto positivo sobre la salud, incluyendo menos estrés, mejor salud mental, y menor riesgo de enfermedades cardiovasculares, síndrome metabólico y muerte prematura, entre otros.
El equipo investigador se centró en estudios longitudinales, que siguen a una cohorte de personas a lo largo de varios años --en lugar de los que se centran en un momento en el tiempo-- y que cumplían los requisitos de medir la exposición a áreas verdes en imágenes de satélite --índice normalizado de diferencia en vegetación (NDVI)-- y considerar la mortalidad como desenlace.
El meta-análisis de los estudios confirma que un incremento en áreas verdes alrededor de la vivienda se asocia de manera significativa con una reducción en la mortalidad prematura.
El equipo de científicos está aplicando los resultados de este meta-análisis para estimar el número de muertes prematuras que se podría evitar en ciudades de todo el mundo si se consiguiera la ambiciosa meta de aumentar la infraestructura verde.