MADRID 11 Nov. (EUROPA PRESS) -
Los niños también pueden sufrir vasculitis, aunque es menos frecuente y su diagnóstico suele ser difícil y , consecuentemente, tardío, lo cual suele asociarse a una importante morbi-mortalidad, según la reumatóloga del Hospital Universitario Severo Ochoa de Madrid, la doctora Paz Collado, en el marco del Curso de Vasculitis de la Sociedad Española de Reumatología que se ha celebrado el pasado fin de semana en Madrid
La causa de la vasculitis infantil es desconocida, "pero se podría deber a una respuesta inmunológica inapropiada desencadenada por uno o más agentes externos (ambientales o infecciosos) que actuarían en individuos genéticamente susceptibles", ha afirmado Collado.
En este colectivo, estas patologías están relacionadas con la Enfermedad de Kawasaki (EK) y con Púrpura de Schönlein-Henoch (PSH). Ambas vasculitis son agudas y de curso autolimitado en la mayoría de los casos, pero existe un riesgo de daño renal descrito en algunos pacientes PSH y nefritis, y un riesgo de desarrollar aneurismas coronarios en la EK. "Estas vasculitis infantiles suelen ser autolimitadas con buen pronóstico, aunque en ocasiones recurren o se complican" ha indicado la doctora Collado.
En las dos vasculitis, el objetivo del tratamiento contempla dos aspectos importantes: primero tratar la fase aguda en la que las medidas de soporte y el tratamiento sintomático son esenciales y, segundo, hay que prevenir y tratar las complicaciones.
Por ello, en general, el tratamiento con corticoides se indica si hay síntomas abdominales o articulares intensos, aunque su uso rutinario no está recomendado. Sin embargo, en la Enfermedad de Kawasaki, las imnunoglobulinas en infusión intravenosa y el ácido acetilsalicílico son los dos principales fármacos que han demostrado su eficacia en esta patología ya que va dirigido a reducir los procesos inflamatorios del miocardio y las arterias coronarias, y posteriormente reducir el riesgo de trombosis coronaria.
Por su parte, el coordinador del curso de Vasculitis de la SER, reumatólogo del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander, el doctor Ricardo Blanco, ha explicado que la afectación inflamatoria vascular provoca la aparición de síntomas generales como la astenia, pérdida de peso o fiebre y el desarrollo de manifestaciones clínicas locales según el órgano del que se trate como consecuencia de la isquemia por la oclusión de los vasos. Así, los pacientes pueden tener entre otros.
Además, el doctor Blanco ha insistido en que los pacientes pueden tener entre otros, síntomas neurológicos como la pérdida de fuerza, dolor abdominal, afectación renal, hipertensión arterial, afectación visual en la arteritis de células gigantes, disnea por afectación pulmonar, etcétera.