MADRID, 25 Jun. (EDIZIONES) -
Las altas temperaturas del verano pueden poner en riesgo la eficacia de la insulina y de los dispositivos de control de la glucosa si no se conservan correctamente. ¿Sabías que dejarlos en el coche puede inutilizarlos? Elsa Fernández Rubio, vocal de la Sociedad Española de Diabetes (SED), nos explica cómo proteger el tratamiento, cuidar los pies, evitar la deshidratación, y planificar con éxito tus vacaciones si tienes diabetes.
Tal y como indica, lo ideal en estos casos es mantener todo el material de la diabetes en un lugar fresco y seco. "Cuando esto no es posible se deben comprobar las especificaciones técnicas de cada sensor de monitorización continua de glucosa o glucómetro, ya que cada uno tiene una temperatura específica a la que el fabricante recomienda no exponerlo", precisa.
Por ello, según insiste esta endocrinóloga del Hospital Universitario de Cruces, en Barakaldo (Bizkaia), se debe evitar dejar estos dispositivos dentro del coche sometidos a altas temperaturas: "Si se han expuesto al calor, y los síntomas que se perciben no coinciden con las cifras que muestra el sensor o glucómetro, comprobar siempre la glucosa con otro medidor si es posible".
CÓMO MANTENER LA INSULINA
En cuanto a la insulina, la experta de la SED dice que puede mantenerse a temperatura ambiente, dado que el rango de temperatura en el que mantiene sus propiedades es de entre 2 y 30 grados centígrados hasta 4 semanas.
Igualmente, sostiene la doctora Fernández Rubio que el glucagón inyectable puede mantenerse a una temperatura de entre 2 y 25 grados" por un periodo de hasta 18 meses. Si la temperatura supera los 30 grados, tanto la insulina como el glucagón deben conservarse en nevera y ser transportados en un estuche refrigerado", apostilla.
NO OLVIDAR LA HIDRATACIÓN
Pero si se va de viaje, y se tiene diabetes, esta experta del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario de Cruces recuerda el papel que juega la hidratación en el manejo de la diabetes durante el verano, remarcando que es especialmente importante durante los periodos de calor en las personas con diabetes para reducir el riesgo de deshidratación
"No hay recomendaciones específicas sobre la cantidad de líquido a ingerir, pero sí que sea aconseja hidratarse bebiendo agua abundante, incluso cuando no se tenga sed. También es fundamental evitar las bebidas alcohólicas y las bebidas azucaradas, ya que pueden empeorar o precipitar la deshidratación", aprecia esta especialista.
NO OLVIDAR EL CUIDADO DE LOS PIES EN EL VIAJE
Otro de los puntos importantes a tener en cuenta durante el viaje, tal y como remarca, es el cuidado de los pies en las personas diabéticas, y más siendo verano: "Las recomendaciones generales no difieren de las que deberían seguirse el resto del año; sin embargo, durante las épocas de calor cobran mayor relevancia por un mayor riesgo de aparición de ampollas y de heridas por el efecto del sudor y del roce de zapatos que pueden ser menos adecuados".
En general, recuerda que a las personas con diabetes, y especialmente a aquellas con neuropatía diabética, se les suele aconsejar:
- Evitar caminar descalzos (incluso en la playa, por riesgo de quemaduras al no detectar la temperatura de la arena).
- Revisar los pies a diario por si aparecen heridas o ampollas
- Lavar y secar bien los pies a diario, con especial cuidado en las zonas interdigitales (entre los dedos).
- Hidratar la piel con crema hidratante.
- Usar calzado cómodo y transpirable.
-Visitar regularmente al podólogo, al menos anualmente, y con mayor frecuencia si existen problemas específicos.
PLANIFICA TU VIAJE
"Lo más importante es la correcta planificación del viaje, de manera que tengamos preparados tanto las medicaciones, como los suministros necesarios para el cuidado de la diabetes (insulina, fármacos, agujas, tiras de glucemia, sensores de monitorización de glucosa)", remarca esta experta de la Sociedad Española de Diabetes.
Se recomienda, tal y como incide, llevar un informe médico detallado sobre el estado de salud y el tratamiento de la diabetes, así como una certificación específica del material que debe transportarse en la cabina del avión (no se debe facturar el material para el cuidado de la diabetes).
"Es aconsejable llevar el doble del material que se prevé utilizar durante el viaje (insulina, medicaciones y materiales necesarios para la administración de la insulina, la determinación de la glucosa, etc.). Durante los viajes es fundamental monitorizar los niveles de glucemia con mayor frecuencia; esto permite actuar a tiempo ante los imprevistos, y disfrutar de un viaje sin contratiempos", concluye Elsa Fernández Rubio.