Varios genes aumentan el riesgo de leucemia linfoblástica aguda en niños con síndrome de Down

Síndrome de Down
Síndrome de Down - OHLESBEAUXJOURS/GETTY - Archivo
Publicado: miércoles, 25 septiembre 2019 14:57


MADRID, 25 Sep. (EUROPA PRESS) -

Investigadores de la Baylor College of Medicine (Estados Unidos) han identificado cuatro variantes genéticas que están "fuertemente asociadas" con el riesgo de leucemia linfoblástica aguda (LLA) en niños con síndrome de Down. Aunque estos genes se han identificado previamente en estudios de LLA entre niños sin síndrome de Down, los efectos fueron mucho mayores en este estudio.

La LLA es el cáncer infantil más común. Los niños con síndrome de Down tienen de 10 a 20 veces más probabilidades de desarrollar LLA que los niños sin síndrome de Down. Históricamente, los niños con síndrome de Down y LLA tenían más complicaciones del tratamiento y un resultado más pobre. Sin embargo, los resultados están mejorando a medida que se aprende más sobre la LLA en el síndrome de Down y la mejor manera de proporcionar tratamiento y cuidados de apoyo.

"Los niños con síndrome de Down se destacan como una subpoblación dentro de LLA, lo que todavía es un poco misterioso. No entendemos por qué tienen un mayor riesgo de leucemia, aunque esto se sabe desde la década de 1950", explica Karen R. Rabin, una de las autoras de esta investigación, que se ha publicado en la revista 'Blood'.

Aunque ha habido un número de ideas para explicar este misterio, aún no hay una verdad absoluta. En este estudio, Rabin y sus colegas han descubierto nuevas pistas que sugieren explicaciones para este misterio sin resolver. "Realizamos un estudio de asociación a nivel de todo el genoma (GWAS) que nos permitió buscar diferencias genéticas entre los niños con síndrome de Down y los niños con síndrome de Down con LLA que podrían explicar la mayor susceptibilidad a la LLA en el síndrome de Down", apunta Rabin.

Para llevar a cabo un estudio de tipo GWAS, los investigadores necesitaban reunir un gran número de casos y controles. Tardaron varios años, pero finalmente reunieron cerca de 500 casos (síndrome de Down/LLA) y más de 1000 controles (síndrome de Down/no-LLA).

Estudios previos de GWAS habían analizado las variantes genéticas que aumentan el riesgo de LLA en la población infantil general (niños que no tienen síndrome de Down). Estos estudios habían identificado varios genes asociados con un mayor riesgo de LLA.

Los investigadores examinaron más de cerca dos de los genes que identificaron. Encontraron, por ejemplo, que los niños con síndrome de Down que portan una variante particular del gen CDKN2A tienen un riesgo 1,7 veces mayor de desarrollar LLA que los niños sin síndrome de Down que portan la misma variante. "Hay algo en el trasfondo genético del síndrome de Down que cambia el efecto de esa variante genética", apunta la investigadora.

El segundo gen que se destacó entre los investigadores fue el IKZF1. Analizaron la función de este gen, que se sabe que está involucrado en el desarrollo de las células B, un tipo de célula inmune que típicamente se transforma en células leucémicas en la LLA. Descubrieron nuevos aspectos de este gen que no habían sido descritos anteriormente.

Por ejemplo, en el laboratorio los investigadores estudiaron el efecto de reducir la expresión del gen IKZF1 en células derivadas de personas con o sin síndrome de Down. Encontraron que la reducción de la expresión de IKZF1 resultó en tasas de proliferación significativamente más altas en el síndrome de Down que en las células sin síndrome de Down. Una característica de las células cancerosas es su mayor tasa de proliferación, por lo que estos resultados sugieren un mecanismo por el cual los cambios en la expresión de IKZF1 pueden contribuir a desarrollar LLA.

Aunque todavía hay mucho que aprender, los investigadores son optimistas. "Nuestros hallazgos nos dan pistas para explicar por qué estos genes parecen ser importantes para causar leucemia en niños con síndrome de Down. Tener una mejor comprensión de este misterio médico puede ayudarnos a desarrollar pruebas para identificar a los niños que tienen un mayor riesgo de desarrollar leucemia, y para descubrir vías celulares con el potencial de convertirse en objetivos para el tratamiento", concluye Rabin.

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