Archivo - Imagen de recurso de un hombre con síntomas de gripe. - POCKETLIGHT/ISTOCK - Archivo
MADRID, 4 Dic. (EUROPA PRESS) -
El doctor Máximo Gómez, jefe del Servicio de Neumología de los Hospitales Universitarios HM Puerta del Sur, HM Montepríncipe y HM Torrelodones, ha explicado que la variante K del virus de la gripe A H3N2 es más transmisible porque el sistema inmunológico no la reconoce bien, lo que facilita que infecte rápidamente a más personas.
Desde HM Hospitales señalan que la gripe ha llegado con fuerza esta temporada. En solo unas semanas, los casos han aumentado un 40 por ciento en España y las cifras superan las registradas en 2024. Unos datos que, sumados a la rápida expansión del virus respiratorio, han llevado a algunas comunidades autónomas a emitir recomendaciones para el uso de las mascarillas en centros sanitarios y otros espacios cerrados.
Ante este escenario, los profesionales de HM Hospitales insisten en que la vacunación continúa siendo la herramienta más eficaz para evitar complicaciones, sobre todo en mayores de 60 años, personas con patologías crónicas, inmunodeprimidos, embarazadas y profesionales sanitarios.
GRIPE Y EL RESFRIADO COMÚN
Aunque a menudo se confunden, los expertos subrayan que la gripe y el resfriado común presentan síntomas distintos. Mientras la gripe suele comenzar de forma súbita y se caracteriza por fiebre elevada, dolores musculares, fatiga intensa y, en algunos casos, dificultad respiratoria; el resfriado se manifiesta principalmente con congestión nasal. Suele ir acompañado de estornudos, dolor de garganta y, en raras ocasiones, fiebre elevada.
"La rápida expansión de estos virus se debe a su alta capacidad de contagio, que incluso puede producirse antes de que aparezcan los síntomas", añade Gómez. "Las condiciones de invierno como temperaturas bajas, menos ventilación y más tiempo en interiores favorecen la transmisión. Los lugares donde se producen la mayoría de los contagios son los hogares, centros educativos, lugares de trabajo y espacios cerrados concurridos como transporte público o salas de espera", ha apuntado.
Respecto a las medidas preventivas, Gómez subraya: "Aunque no exista obligación formal, es fundamental mantener hábitos como ventilar los espacios, lavarse las manos con frecuencia o usar mascarilla en determinadas situaciones. Estos gestos simples ayudan a reducir la transmisión de virus respiratorios, incluida la gripe. La mascarilla, cuando se usa de manera adecuada, protege tanto a la persona que la lleva como a los que le rodean, especialmente a los más vulnerables".
"Se trata de medidas sencillas, pero muy eficaces: ayudan a reducir infecciones, evitar picos de contagio y proteger al sistema sanitario. No se trata de imponer su uso de manera generalizada, sino de emplearla en momentos de mayor riesgo, como transporte público, reuniones con personas mayores o cuando se presentan síntomas respiratorios", ha detallado.
LA PROTECCIÓN DE LA VACUNA FRENTE A LA VARIANTE K
Aunque la vacuna de la gripe frente al suclado K pueda tener una protección menor, esta sigue evitando infecciones graves por el resto de los virus incluidos en su composición. "La vacuna de esta temporada incluye cepas de virus tipo A y tipo B. Aunque la protección frente a la variante K de la gripe A H3N2 pueda ser algo menor, la vacuna sigue evitando infecciones graves por el resto de los virus incluidos y ayuda a reducir la transmisión. Incluso a estas alturas del invierno, vacunarse es importante para protegerse y proteger a los demás, y para reducir el riesgo de hospitalización por complicaciones", explica Gómez.
Las recomendaciones de vacunación van dirigidas especialmente a mayores de 60 años, personas con patologías cardiovasculares o respiratorias, inmunodeprimidos, embarazadas, profesionales sanitarios y niños a partir de los 6 meses que presenten factores de riesgo, siendo prioritaria en niños con asma, diabetes u otras enfermedades crónicas.
"En momentos de alta circulación viral, la prevención es clave para proteger a los colectivos más vulnerables. Gestos sencillos como cubrirse al toser o estornudar, y usar mascarilla cuando se tenga síntomas, ayudan a reducir complicaciones", aclara.
"Si estamos enfermos, lo responsable es evitar el contacto estrecho, no acudir al trabajo o al colegio mientras tengamos fiebre o malestar intenso y consultar con un profesional si pertenecemos a un grupo de riesgo. Son acciones pequeñas, pero con un impacto enorme para cuidar de nosotros mismos y de nuestro entorno", ha destacado.
¿CUÁNDO ACUDIR A URGENCIAS?
El especialista advierte que el inicio de la epidemia de gripe indica que en las próximas semanas la actividad continuará aumentando. "Habitualmente vemos un ascenso progresivo, primero en niños y adultos jóvenes, y después en personas mayores. Esto puede traducirse en más consultas, más urgencias y un mayor riesgo de complicaciones en los grupos vulnerables. La mayoría de los casos serán leves, pero la alta circulación viral genera presión asistencial y ausencias laborales o escolares. Por eso es fundamental seguir con medidas preventivas: vacunación, higiene, ventilación y uso de mascarilla si hay síntomas", señala.
Ante estas previsiones, los expertos coinciden en que hay que acudir al hospital si la fiebre persiste más de 72 horas, existe dificultad respiratoria o dolor torácico, así como si los síntomas continúan o empeoran.
En estos momentos, los servicios de Urgencias de HM Hospitales aseguran que mantienen su actividad con normalidad, sin demoras, y cuentan con protocolos diferenciados para patologías respiratorias en niños y adultos.