Una variante genética rara incrementa el riesgo de esquizofrenia

Mujer con una enfermedad mental
Foto: GETTY
Actualizado: martes, 22 julio 2014 16:25

MADRID, 22 Jul. (EUROPA PRESS) -

   Una variante genética rara descubierta por científicos de la 'University College London', en Reino Unido, se asocia con un mayor riesgo de desarrollar esquizofrenia, trastorno bipolar y alcoholismo, según revela su investigación. Las personas con esta variante tienen alrededor de dos a tres veces más de probabilidades de desarrollar esquizofrenia o dependencia del alcohol.

   La variante, que se encuentra en aproximadamente una de cada 200 personas, también se vincula con un riesgo tres veces mayor de desarrollar trastorno bipolar, como han indicado anteriormente los investigadores del mismo equipo de UCL.

   La investigación, publicada en 'Psychiatric Genetics', se basa en el análisis genético de 4.971 personas diagnosticadas con uno de los tres trastornos en comparación con 1.309 controles sanos. Se encontró que las personas con la variante del gen GRM3, que se considera importante en la señalización cerebral, tenían más riesgo de desarrollar trastorno bipolar, esquizofrenia y dependencia del alcohol.

   La asociación de GRM3 con la esquizofrenia también fue confirmada por un estudio global que involucra a un consorcio de más de 200 instituciones, entre ellas la UCL, y publicado en 'Nature'. En el trabajo, que implicó el análisis de los genomas de 36.989 personas con esquizofrenia y 113.075 individuos sanos de todo el mundo, se encontraron 108 lugares genéticos diferentes que se asocian con la enfermedad, pero GRM3 es el único para el que se ha identificado una mutación específica responsable.

   "Podríamos tener el próximo gran objetivo de fármacos para el tratamiento de las enfermedades mentales --afirma el profesor David Curtis, uno de los autores de los artículos y profesor de Psiquiatría en UCL--. El trabajo abre nuevas vías para prevenir y tratar las enfermedades mentales mediante la revelación de los mecanismos implicados en su desarrollo. El resultado sobre GRM3 es particularmente convincente, ya que las probabilidades de que esto ocurra por azar son sólo una entre mil millones".

   En la actualidad, la esquizofrenia se trata con medicamentos que reducen la actividad de la dopamina, que es importante para la transmisión de mensajes entre las células del cerebro, pero la señalización por sobreactivación puede hacer que las partes del cerebro que se supone que son independientes se comuniquen entre sí.

   Por ejemplo, algunos científicos sospechan que una señalización de ese tipo entre el discurso y los centros auditivos del cerebro podría explicar por qué las personas con esquizofrenia escuchan voces. Sin embargo, la dopamina no es el único producto químico que utilizan las células cerebrales para comunicarse entre sí.

   El glutamato también está implicado y GRM3 codifica una proteína que las células del cerebro utilizan para detectar el glutamato. La activación de las células del cerebro se controla con los 'canales' de calcio pero la última investigación implica tanto la transmisión del glutamato como a los canales de calcio en el desarrollo de la esquizofrenia.

   "Los tratamientos farmacológicos para la esquizofrenia apenas han cambiado en las últimas décadas, ya que todavía se dirigen a los receptores de dopamina", subraya el coautor del estudio, Andrew McQuillin, jefe del equipo de Psiquiatría Molecular en UCL que descubrió por primera vez GRM3. "En el pasado, se han probado sin éxito tratamientos para la esquizofrenia que se dirigen a los receptores de glutamato. Sin embargo, podrían ser más eficaces en el tratamiento de los grupos de pacientes con mutaciones en los receptores de glutamato como GRM3", añade.

   "Las drogas dirigidas a los canales de calcio han sido probadas contra el trastorno bipolar con cierto éxito, aunque sólo en ensayos abiertos y ensayos clínicos no doble ciego. Por lo tanto, los resultados deben ser interpretados con cautela, aunque los hallazgos del artículo de 'Nature' sugieren que los canales de calcio son un objetivo viable para los fármacos", concluye.