MADRID, 3 Jul. (EUROPA PRESS) -
Una variante genética común implicada en las migrañas puede haber proliferado porque ayudó a los primeros humanos a adaptarse al clima frío en los climas del norte, según informa Felix Key, del Instituto Max Planck para Antropología Evolutiva, en Alemania, y sus colegas en un artículo sobre su trabajo publicado en 'PLOS Genetics'.
En los últimos 50.000 años, algunos humanos abandonaron el cálido clima de África para colonizar lugares más fríos en Asia, Europa y otras partes del mundo. "Esta colonización podría haber estado acompañada de adaptaciones genéticas que ayudaron a los primeros humanos a responder a las bajas temperaturas", dice Aida Andrés, que supervisó el estudio.
Para encontrar evidencia de esta adaptación, los científicos examinaron más de cerca el TRPM8, un gen que codifica el único receptor conocido que permite a una persona detectar y responder a temperaturas frías y bajas. Descubrieron que una variante genética corriente arriba del gen, que puede regularlo, se hizo cada vez más común en poblaciones que vivían en latitudes más altas durante los últimos 25.000 años.
Solo el 5 por ciento de las personas con ascendencia nigeriana tienen la variante, en comparación con el 88 por ciento de las personas con ascendencia finlandesa. Actualmente, el porcentaje de personas en una población que porta la variante aumenta en latitudes más altas y con climas más fríos. Curiosamente, los científicos ya habían identificado esta variante como fuertemente asociada con migrañas.
La migraña es un trastorno neurológico debilitante que afecta a millones en todo el mundo. El porcentaje de personas que padecen el trastorno varía según la población humana, pero es más alto en individuos de ascendencia europea, que también es la población con la frecuencia más alta de la variante de adaptación en frío.
Los investigadores sospechan que la adaptación a las bajas temperaturas en las primeras poblaciones humanas puede haber contribuido, en cierta medida, a la variación en la prevalencia de migraña que existe entre los grupos humanos en la actualidad. Felix Key señaló que "este estudio muestra muy bien cómo las presiones evolutivas pasadas pueden influir en los fenotipos actuales".