MADRID, 24 Ago. (EUROPA PRESS) -
Se supone ampliamente que los cigarrillos electrónicos son más seguros que fumar cigarrillos, pero los científicos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Carolina del Norte han descubierto evidencia que sugiere que el vapeo promueve las mismas respuestas celulares encontradas en fumadores que sufren de enfisema.
En un estudio publicado en el 'American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine', los científicos de la UNC descubrieron que los pulmones de los vapeadores, al igual que los pulmones de los fumadores, tienen niveles elevados de enzimas proteasas, una condición que se sabe que causa enfisema en los fumadores. Los investigadores también encontraron que la nicotina en los líquidos de vapeo es responsable del aumento de las enzimas proteasas.
"Nuestros hallazgos en este estudio indican que vapear puede no ser más seguro que fumar cigarrillos", advierte el autor principal del estudio Robert Tarran, profesor en el departamento de Biología Celular y Fisiología y miembro del Marsico Lung Institute de la Facultad de Medicina de la UNC.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos estiman que en 2014 alrededor de 9 millones de adultos en el país eran vapeadores regulares y que cerca de 30 millones habían vapeado al menos una vez. Pero el vapeo se inició hace menos de una década, por lo que los efectos a largo plazo del vapeo en la salud aún no se conocen bien.
Tarran y sus colegas en el estudio midieron los niveles de tres enzimas proteasas clave en el fluido pulmonar de 41 sujetos: no fumadores, fumadores y vapedores. Las tres enzimas proteasas son elastasa de neutrófilos y metaloproteasas de matriz 2 y 9. Se sabe que las células inmunes en los pulmones secretan estas enzimas a niveles más altos en una reacción al humo del cigarrillo.
La actividad crónica excesiva de estas enzimas daña las pequeñas estructuras sensibles de los pulmones que permiten que las personas respiren. En los fumadores, se cree que este daño es la causa del enfisema, una forma de enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) que implica dificultad respiratoria progresiva y para la que no hay cura.
Los científicos de UNC descubrieron que los niveles de estas tres proteasas estaban significativamente elevados tanto en fumadores como en vapeadores, pero no en los no fumadores. Por ello, este hallazgo sugiere que vapear, como fumar, puede promover el enfisema.
Los científicos también encontraron evidencia de que la nicotina de los líquidos de vapeo es la causa de la reacción de proteasa elevada. Cuando el equipo de Tarran administró nicotina a las células inmunes cultivadas en el laboratorio, a concentraciones como las observadas en el esputo de vapeadores y el líquido pulmonar, observaron que las células producían en exceso las proteasas. Y esta sobreproducción aumentó cuando los investigadores expusieron las células inmunes a niveles más altos de nicotina.
Se cree que vapear es mucho más seguro que fumar cigarrillos, lo que implica la quema a alta temperatura de las hojas de tabaco y la creación de productos de combustión tóxicos y cancerígenos. Algunos investigadores han instado a que los fumadores que se cambien a vapear como una alternativa mucho menos dañina. Este último estudio sugiere que el daño potencial del vapeo puede haberse subestimado, especialmente cuando se trata de enfisema y EPOC, dos de las afecciones debilitantes más comunes históricamente asociadas con el tabaquismo.
Tarran señaló que los hallazgos no son los primeros en advertir sobre los posibles efectos adversos para la salud del vapeador. Un estudio previo de 2018 realizado por un equipo dirigido por el investigador del Marsico Lung Institute Mehmet Kesimer descubrió que el esputo de los vapeadores y los fumadores contenía niveles elevados de proteasas promotoras de enfisema y otras proteínas de defensa inmunológica.
Además, un estudio del laboratorio de Tarran el año pasado encontró evidencia de compuestos tóxicos en líquidos de vaporización de uso común, y el CDC actualmente está investigando alrededor de 100 casos recientes en Estados Unidos de enfermedad pulmonar grave repentina en vapeadores jóvenes por lo demás sanos.
Tarran y sus colegas planean seguir su nuevo estudio con un estudio más amplio de los niveles de proteasa pulmonar en cientos de participantes.