MADRID 6 Mar. (EUROPA PRESS) -
La vacunación generalizada en adultos lograría eliminar determinadas enfermedades como el sarampión, la rubéola o el tétanos al romper la cadena epidemiológica, destacó hoy el miembro del Grupo de Estudio de Vacunación en el Adulto (GEsVA), Ángel Gil de Miguel, en el marco de un coloquio celebrado hoy en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid.
Para ello, este experto advirtió de que las administraciones sanitarias deben redoblar sus esfuerzos e invertir más para tener los calendarios de vacunación en adultos lo más completos posibles. "Sería bueno aumentar esta cantidad para lograr programas de vacunación completos, ya que están consiguiendo una importante reducción de la morbimortalidad por muchas enfermedades", afirmó.
Por su parte, el jefe de Servicio de Microbiología Clínica y Control de la Infección del Hospital de Basurto (Vizcaya), Ramón Cisterna, aseguró que la vacunación en el adulto es "sumamente beneficiosa en términos de salud", ya que podría evitar un número importante de efectos adversos e, incluso, la muerte.
No obstante, a su juicio, habría que establecer una serie de prioridades vacunales entre las que se encuentra la de la gripe, que está recomendada en mayores de 50 años por ser un grupo de edad a partir del cual muchos de ellos pueden presentar condiciones de riesgo para sufrir procesos gripales complicados. Asimismo, señaló la importancia de vacunarse frente al neumococo y frente al zóster, "aunque esta nueva vacuna todavía está por llegar al sistema sanitario español".
Asimismo, mantener la protección frente a la Hepatitis B, difteria y tos ferina también es importante en al edad adulta, recalca.
EL 30% NO SE VACUNA DESPUÉS DE LOS 18
Según un estudio realizado por el GEsVA, el 30 por ciento de las personas mayores de 18 años reconoce que no se ha vuelto a vacunar desde la infancia, lo que pone de manifiesto una baja cobertura vacunal entre los adultos. Para mejorar esta situación, el profesor Gil de Miguel aboga por "llevar a cabo campañas de sensibilización entre la población general, con la implicación estrecha de los profesionales de Atención Primaria que son los que están más cerca de los pacientes".
Finalmente, los expertos del GEsVA insisten en los beneficios de disponer un carné vacunal que les permita tener constancia de las vacunas administradas, la fecha y la dosis. Esta cartilla permitirá, además, recordar las revacunaciones respetando al máximo el intervalo entre dos dosis. "Para ello, la visita al médico, la enfermera o al hospital debe ser una oportunidad para vacunarse que no hay que perder", concluye el doctor Cisterna.