SEVILLA, 21 Jun. (EUROPA PRESS) -
La profesora del departamento de Fisiología de la Universidad de Sevilla (US), Susana Gaytán, ha afirmado en un artículo publicado en la plataforma de divulgación científica 'The Conversation' que "disfrutar de vacaciones en la naturaleza es una de las mejores opciones" debido a que "cada sonido, olor o textura activa distintas áreas cerebrales".
Así ha indicado que este tipo de ocio estimula los sentidos, que son "las ventanas al mundo exterior". Según ha destallado Gaytán en una nota, el cerebro compara lo nuevo con lo conocido, acumulando vivencias desde la infancia. Esa conducta de exploración del medio "le gusta al cerebro" porque activa sus sistemas de recompensa y la naturaleza es "el entorno más excitante para el cerebro".
En este sentido, ha destacado que "cada paseo al aire libre llena al celebro de sensaciones, como el olor de las flores, el canto de los pájaros o el sabor del agua fresca". "Este escenario vivo y cambiante favorece la sorpresa constante, intensificando la atención y, con ella, los mecanismos del aprendizaje y la memoria", ha resaltado.
De igual forma, la investigadora ha señalado que prestar atención a lo que ocurre es "fundamental" en este proceso. "La atención se basa en la concentración selectiva en un aspecto concreto de la realidad, coordinando todas las sensaciones recibidas", ha explicado para aclarar que esta actividad "activa distintas áreas cerebrales, permitiendo explorar y comprender la naturaleza".
"Las emociones que despierta la naturaleza estimulan la curiosidad y motivación para aprender", ha señalado al tiempo que ha valorado que "la interacción con el entorno natural intensifica la actividad cerebral haciendo a las personas más felices". "Esta necesidad innata de explorar, conocer y aprender es esencial para el bienestar emocional y cognitivo", ha subrayado Gaytán .
ACTIVIDADES EN GRUPO AL AIRE LIBRE
El ser humano es inherentemente social y las actividades en grupo al aire libre no solo desarrollan las capacidades físicas, sino también habilidades como la observación, la experimentación y la confianza en las percepciones.
Además, "al hacerlo en grupo, se renueva la empatía y capacidad de cooperación", ha destacado Gaytán para concluir que "conocer la naturaleza compromete a las personas con ella, permitiéndonos valorar nuestro entorno y adoptar hábitos sostenibles".