MADRID, 1 Ago. (EUROPA PRESS) -
Cardiólogos del CIBER de Enfermedades Cardiovasculares (CIBERCV) en el Hospital Gregorio Marañón, liderados por Francisco Fernández-Avilés, han realizado un ensayo clínico, denominado 'Caremi' y promovido por la empresa belgo-española TiGenix, en el que han demostrado que la administración de células madre cardíacas alogénicas (procedentes de donantes) tras un infarto agudo de miocardio es "viable y segura".
"La inyección a través de la arteria coronaria, previamente reparada mediante un cateterismo cardiaco, no supuso ningún problema ni dio lugar a ningún evento adverso o indicios de rechazo", ha apostillado Javier Bermejo, subdirector científico del CIBERCV y uno de los firmantes del artículo publicado en la revista 'Circulation Research'.
Las células madre cardiacas alogénicas se obtienen a partir de muestras de donantes y tienen la "gran ventaja" de poder producirse en cantidades masivas y almacenarse de forma segura durante largos periodos. Eso hace que puedan estar disponibles para su uso en cualquier momento, por ejemplo, cuando un paciente entra en Urgencias por un infarto. Además, proceden de donantes con tejido cardiaco sano, por lo que puede comprobarse su "vitalidad" antes y después de ser producidas e implantadas.
Las terapias celulares que se habían probado hasta la fecha con células del propio donante requerían una producción de varias semanas antes de poder ser implantadas, lo cual, tal y como han explicado los expertos, retrasaba su potencial uso y aumentaba los riesgos para los pacientes.
En el estudio las células se administraron en una fase muy temprana durante los días siguientes al infarto (entre 5 y 7 días después) gracias a que esas células eran de origen alogénico, es decir, de 3 donantes supuestamente no compatibles con los receptores que determinan la inmunidad. Además, se llevó a cabo un estudio exhaustivo de resonancia magnética para evaluar la eficacia de este tratamiento sobre el tamaño del infarto y otros parámetros funcionales o estructurales del corazón.
Los resultados mostraron que la administración de estas células, desarrolladas y fabricadas por la empresa TiGenix, no supuso "ningún problema" para los pacientes, en los que, a pesar de estar convalecientes de un infarto agudo de miocardio, no tuvieron problemas de flujo coronario ni a eventos adversos cardíacos o extracardiacos de ningún tipo.