Utilizan una innovadora técnica de resonancia para el estudio tridimensional de biomomoléculas

Actualizado: martes, 6 marzo 2012 14:00

MADRID, 6 Mar. (EUROPA PRESS) -

Los grupos de investigación de los profesores Javier Pérez Castells y Jesús Jiménez Barbero de la Universidad CEU San Pablo y del Centro de Investigaciones Biológicas (CSIC), respectivamente, esperan utilizar una innovadora técnica de resonancia para el estudio tridimensional de biomomoléculas.

Según han informado este martes, esta técnica permitirá extraer de manera diferente información sobre la estructura de las moléculas y sobre su comportamiento dinámico.

"Se trata de unir químicamente a las moléculas naturales un metal con un comportamiento magnético tal que produzca nuevos efectos en los átomos de los azúcares y las proteínas. Estos efectos pueden detectarse en el equipo de resonancia magnética", señalan.

En especial, estos grupos son pioneros en el uso de estas técnicas para el estudio tridimensional de azúcares o carbohidratos. Es conocido que los azúcares naturales son fuentes de energía para los seres vivos y que sus polímeros como la celulosa tienen un importante papel en la estructura de las plantas.

En este sentido, explican que es muy importante el papel que los azúcares realizan en los seres vivos en el fenómeno de reconocimiento molecular. "En esencia pequeñas moléculas de carbohidrato adheridas a la superficie de las células son capaces de reconocer específicamente numerosas entidades como son: proteínas, hormonas, otros azúcares, patógenos, anticuerpos, etc", añaden.

De este reconocimiento dependen fenómenos como la adhesión celular, la infección, la señalización celular y otros. Entender cómo se produce el reconocimiento molecular implica un detallado conocimiento de la estructura tridimensional de estos compuestos y de su capacidad de moverse en el espacio y de 'cambiar de postura'.

La técnica de la resonancia magnética ya se utiliza para obtener datos de la estructura de moléculas naturales, para su uso en este setudio hay que combinar el aparato de resonancia con complejos programas de ordenador. El resultado del complejo proceso es una imagen (similar a una fotografía) de las moléculas, e incluso se pueden obtener 'vídeos' que simulan el comportamiento de éstas.

Como resultado, se pueden diseñar nuevos fármacos y vacunas que impidan los procesos nocivos como la infección vírica o bacteriana.