MADRID, 4 May. (EUROPA PRESS) -
Una vacuna que contiene una proteína necesaria para la replicación del virus puede estimular el sistema inmunológico de un paciente infectado por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), según un estudio clínico publicado en la revista de acceso abierto 'Retrovirology'. Este aumento puede resultar en una mayor eficacia de los fármacos antirretrovirales.
Cuando las personas son diagnosticadas con el VIH se les administran medicamentos antirretrovirales, también conocida como terapia antirretroviral de gran actividad (TARGA), que puede detener la reproducción del virus casi por completo.
Sin embargo, se sabe que al tomar TARGA, el virus puede replicarse aún en niveles bajos y acumularse en una forma latente en lo que se llama "depósitos". Estos depósitos, ubicados en todo el cuerpo, incluyendo el cerebro, la médula ósea y el tracto genital, no pueden ser atacados por TARGA y pueden causar complicaciones y muertes por enfermedades no relacionadas con el sida.
Se ha desarrollado una vacuna que se dirige a la proteína viral "Tat", que se produce temprano en la infección por VIH y tiene un papel clave en la replicación viral y la progresión de la enfermedad por el debilitamiento del sistema inmunológico. Mediante el diseño de una vacuna que incluye una pequeña cantidad de la proteína Tat, los científicos fueron capaces de producir una respuesta inmune para prevenir la progresión de la enfermedad.
La investigadora principal, Barbara Ensoli, señala: "Hemos demostrado por primera vez que la terapia antirretroviral puede aumentar por una vacuna. Estos resultados abren nuevos escenarios para investigar si esta vacuna puede ayudar a controlar el virus en los pacientes con una baja adherencia al tratamiento antirretroviral, simplificar el tratamiento y reducir la transmisión de la enfermedad".
Investigadores del Centro Nacional Italiano de Sida en el Instituto Superior de Sanidad, en Roma, Italia, realizaron un ensayo clínico de fase II en el que se inyectó a 168 pacientes infectados por el VIH con la vacuna que contenía ya bien 7,5 microgramos o 30 microgramos de la proteína Tat. Para ambas dosis, los participantes recibieron la vacuna una vez al mes durante el transcurso de tres o cinco meses. Ninguno de los participantes tenía anticuerpos anti-Tat al inicio de la prueba y se preveía que la vacuna podría inducirlos. Los participantes también siguieron el tratamiento TARGA.
Los pacientes fueron seguidos durante tres años (144 semanas) y se vio que la vacuna induce la producción de anticuerpos anti-TAT, además de un importante crecimiento de las células T CD4 +, que es un signo de fortaleza del sistema inmunológico. También hubo un aumento de las células T, B y otras inmunes. La respuesta más grande se observó entre los que recibieron la vacuna con 30 microgramos de Tat en el transcurso de tres meses y se detectó que estos efectos persistieron durante los tres años.
Los que recibieron la vacuna también tuvieron una reducción significativa en la carga "proviral" de ADN del VIH, que actúa como un indicador de la forma latente del virus en los depósitos. Esta reducción se comparó con un grupo de 79 pacientes que recibió sólo TARGA inscrito en un estudio observacional separado, que actuó como grupo de referencia para los biomarcadores de la enfermedad, lo que es distinto de un grupo de control interno.
Los investigadores ven los resultados como muy prometedores para el tratamiento del VIH en el futuro, pero esperan los resultados de futuros estudios de eficacia y de un ensayo doble ciego de fase II de la vacuna con un control que se ha realizado en Sudáfrica para confirmar sus hallazgos.