El uso de inmunosupresores eleva el riesgo de bacteriemia en pacientes críticos

Las autoras del estudio realizado por CEU Cardenal Herrera
Las autoras del estudio realizado por CEU Cardenal Herrera - CEU
Publicado: viernes, 18 julio 2025 18:16

ALICANTE 18 Jul. (EUROPA PRESS) -

Un estudio realizado por el grupo de investigación en Farmacia y Nutrición Clínica del departamento de Ciencias Biomédicas de la Facultad de Ciencias de la Salud-Centro de Elche (Alicante) de la Universidad CEU Cardenal Herrera ha mostrado que el tratamiento con fármacos inmunosupresores y la inserción de múltiples catéteres son "los dos principales factores que incrementan el riesgo de bacteriemia asociada a catéter venoso central (Bacvc) en pacientes críticos".

El estudio cuenta con la colaboración del Hospital General Universitario Doctor Balmis de Alicante y se ha publicado en la revista científica 'Enfermería Intensiva', según ha informado la Universidad CEU Cardenal Herrera en un comunicado.

En este contexto, el CEU ha señalado que las infecciones asociadas a dispositivos intravasculares "continúan siendo uno de los retos más importantes en las unidades de cuidados intensivos (UCI)". En concreto, la bacteriemia asociada al catéter venoso central (Bacvc) "representa una de las infecciones nosocomiales más frecuentes y con mayor impacto en la evolución clínica de los pacientes críticos".

Esta investigación ha analizado durante 2022 los casos de 466 pacientes ingresados en UCI con catéter venoso central y sus resultados "permiten afinar las estrategias de prevención". Además, el trabajo ha puesto el foco en "los factores que condicionan la aparición de esta complicación".

USO DE INMUNOSUPRESORES

De esta manera, el estudio ha demostrado que la administración de fármacos inmunosupresores y el número de catéteres insertados por paciente "son los principales factores que aumentan el riesgo de bacteriemia".

En concreto, el uso de inmunosupresores como la dexametasona y la prednisona "multiplica significativamente la probabilidad de desarrollar esta infección". A su vez, cada catéter adicional "incrementa el riesgo", una relación que ha quedado respaldada por los modelos de análisis estadísticos aplicados por el equipo.

El estudio ha sido realizado por las investigadoras Esther Mancheño Maciá, Beatriz Muñoz Sánchez, Inés González Sánchez, Vanesa Escudero Ortiz y Marina Leal Clavel, todas integrantes del grupo de investigación en Farmacia y Nutrición Clínica del CEU.

En este contexto, la Universidad Cardenal Herrera ha apuntado que el diseño fue "observacional y retrospectivo, con análisis de variables clínicas, sociodemográficas y específicas del manejo del catéter".

Además, "se tuvieron en cuenta las escalas APACHE-II y q-SOFA, utilizadas habitualmente para estimar la gravedad clínica en pacientes críticos".

"REDUCIR EL RIESGO"

Por otro lado, los estudiantes de tercer curso del grado en Odontología Judit García y Javier Muntó han indicado que "las conclusiones de esta investigación ofrecen herramientas prácticas para reducir el riesgo de bacteriemia en entornos hospitalarios".

Entre las recomendaciones, han señalado "la necesidad de valorar cuidadosamente la indicación de inmunosupresores, especialmente en pacientes de Covid-19, que han recibido estos tratamientos de forma frecuente en los últimos años".

Además, han subrayado "la conveniencia de optar, siempre que sea posible, por catéteres centrales de inserción periférica (PICC), que se asocian a menor incidencia de infección, así como limitar el número de dispositivos insertados por paciente".

Asimismo, si bien el diagnóstico de SARS-CoV-2 "no se asocia directamente con una mayor probabilidad de sufrir bacteriemia", los autores del estudio han remarcado que "los tratamientos inmunosupresores pautados en este grupo de pacientes sí constituyen un factor de riesgo".

Por ello, este matiz es "especialmente relevante" para futuras actualizaciones de protocolos en UCI, en un escenario clínico en el que los pacientes con covid-19 "siguen ingresando con cierta frecuencia".

Los hallazgos, según los integrantes del equipo investigador, contribuyen a "mejorar la prevención de complicaciones infecciosas en pacientes críticos y ponen en evidencia la importancia de revisar el uso de inmunosupresores y optimizar la gestión de catéteres".

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