MADRID 11 Mar. (EUROPA PRESS) -
El uso de medicamentos biorreguladores resulta beneficioso para tratar las inflamaciones ya que favorecen la recuperación del organismo de forma natural, al tiempo que ayudarían a evitar "cientos de ingresos" en Urgencias y otras complicaciones derivadas del consumo de antiinflamatorios y analgésicos no esteroideos, según destacó el presidente de la Asociación para el Estudio de la Medicina Biorreguladora, Jesús Agudo, como anticipo del 'XXIV Simposium de Biorregulación', que se celebra este sábado en Madrid.
Estos antiinflamatorios naturales se componen de principios activos de origen vegetal y mineral, en microdosis, equivalentes a las que se encuentran en los mediadores de las respuestas celulares, lo que favorece los mecanismos de recuperación naturales del organismo. De este modo, y como explicó el doctor Agudo, "no suprimen los procesos biológicos, sino que los estimulan, por lo que carecen de efectos secundarios e interacciones".
Diferentes investigaciones han demostrado la eficacia y seguridad de los medicamentos moduladores de la inflamación frente al dolor y la inflamación. Además, la extensión de su uso, añadió, "evitaría muchas gastritis, sangrados intestinales y otros efectos indeseados de los antiinflamatorios tradicionales, como las complicaciones cardíacas".
En cambio, los antiinflamatorios y analgésicos no esteroideos (AINEs) presentan efectos indeseables, recuerda el doctor Agudo. Un reciente estudio del Servicio de Urgencias del Hospital de Sabadell en el que participaron el Instituto de Salud Carlos III y la Universidad de Barcelona recoge que entre estos efectos adversos destacan, "por su frecuencia y gravedad, las complicaciones digestivas, específicamente las relacionadas con la aparición de lesiones en la mucosa gastroduodenal".
Un 30 por ciento de los pacientes que toman este tipo de antiinflamatorios, añade, "presentarán síntomas dispépticos y de éstos un 30 por ciento tendrán una úlcera". Las complicaciones digestivas son la causa de 50.000 hospitalizaciones anuales, y de entre 1.000 y 2.500 muertes por año en España.
Pese a todo, son uno de los grupos terapéuticos más utilizados en medicina, ya que los toman el 20 por ciento de los mayores de 65 años y se prescriben al 20 por ciento de quienes requieren ingreso hospitalario, señala el estudio. Su consumo se ha duplicado en menos de 15 años, y tanto éstos como los fármacos protectores del estómago a los que se asocian "se encuentran entre los diez principios activos más prescritos".