MADRID, 4 Abr. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental (CREAL) de Barcelona aseguran que la exposición pasiva a la lejía en el hogar durante la niñez puede vincularse a tasas más elevadas de infecciones respiratorias y de otros tipos.
Los resultados del estudio, que publica la revista 'Occupational & Environmental Medicine', son modestos pero preocupantes para la salud pública, según sus autores, ante el uso generalizado de productos de limpieza que contienen cloro para la desinfección del hogar.
Para el trabajo se analizó el impacto potencial de la exposición a lejía en el hogar de más de 9.000 niños de entre 6 y 12 años asistentes a 19 escuelas en Utrecht (Países Bajos), 17 escuelas en el este y centro de Finlandia, y 18 escuelas de Barcelona.
En todos los casos se pidió a los padres que completaran un cuestionario sobre la frecuencia de infecciones como gripe, amigdalitis, sinusitis, bronquitis, otitis y neumonía que sus hijos habían tenido en los últimos 12 meses. También se les preguntó si utilizaban lejía para limpiar sus hogares al menos una vez por semana.
De este modo, vieron como el uso de lejía es común en los hogares españoles (72% de los participantes reportaron utilizarla en el hogar) y raro (7%) en los finlandeses. Asimismo, este producto se utiliza en la limpieza de todas las escuelas españolas participantes, mientras que en Finlandia ninguna escuela del estudio utiliza lejía para la limpieza.
Después de tener en cuenta los factores influyentes, como el tabaquismo pasivo en el hogar, la educación de los padres, la presencia de moho del hogar y el uso de lejía para limpiar la escuela, los resultados indicaron que la frecuencia de infecciones es mayor en niños cuyos padres emplean lejía con regularidad para limpiar la casa, en los tres países.
"Estas diferencias fueron estadísticamente significativas para la gripe, las amigdalitis y cualquier infección", según ha reconocido Lidia Casas, primera autora del estudio e investigadora del CREAL, el centro de la alianza ISGlobal y el Centre Environment and Health (KULeuven, Bélgica).
MÁS RIESGO DE AMIGDALITIS QUE DE GRIPE
En concreto, el riesgo de sufrir un episodio de gripe en el año anterior fue un 20 por ciento superior, mientras que el de amigdalitis recurrente era un 35 por ciento mayor entre los niños cuyos padres emplean lejía para limpiar el hogar.
Del mismo modo, el riesgo de haber sufrido cualquier infección de forma recurrente en el último año fue un 18 por ciento mayor entre los niños cuyos padres usan lejía al menos una vez por semana en el hogar.
Los autores reconocen que se trata de un estudio observacional, por lo que no se pueden extraer conclusiones definitivas sobre causalidad. Además, destacan varias limitaciones a tener en cuenta para la interpretación de los resultados de su investigación.
"No tenemos información sobre el uso de otros productos de limpieza en el hogar, y sólo se ha recogido información básica del uso de lejía en el hogar, por lo que es difícil diferenciar los niveles de exposición", ha añadido Jan-Paul Zock, coordinador del estudio e investigador del CREAL y el Netherlands Institute for Health Services Research (NIVEL) de Utrecht (Holanda).
RESPALDA HALLAZGOS PREVIOS
No obstante, reconoce que sus hallazgos respaldan otros estudios que indican la existencia de un vínculo entre la utilización de productos de limpieza y síntomas respiratorios e inflamación.
Además, el autor reconoce que la alta frecuencia de uso de productos de limpieza desinfectantes, debido a la creencia errónea (y reforzada por la publicidad) de que los hogares deben estar libres de microbios, hace que los efectos observados en el estudio sean, en realidad, "preocupantes para la salud pública".
Como posible mecanismo que explique los resultados del estudio, los investigadores sugieren que las propiedades irritantes de compuestos volátiles o transportados por el aire generados durante el proceso de limpieza pueden dañar el revestimiento de las células pulmonares.
Un daño que puede provocar inflamación y hacer más fácil que las infecciones se afiancen, de modo que "la lejía podría actuar suprimiendo nuestro sistema inmune", según apuntan.