MADRID 24 Ene. (EUROPA PRESS) -
Un equipo de investigadores de la Universidad de Bristol (Reino Unido) ha descubierto una serie de tratamientos pioneros que consiguen paliar la depresión severa combinando antidepresivos experimentales, la estimulación cerebral profunda (DBS) y la neurocirugía estereotáctica.
Los responsables del estudio ofrecieron este sistema a aquellos pacientes, cuya enfermedad había dejado de responder a los tratamientos convencionales. De esta forma, consiguieron "buenos resultados" al estimular las dos zonas diferentes del cerebro que están implicadas en el desarrollo del proceso depresivo.
Según explican los autores del trabajo, la estimulación cerebral profunda consiste en la inserción de alambres finos en el cerebro que se conectan a un marcapasos. Con ello, se pretende inhibir y estimular los circuitos cerebrales responsables del mal. Estos, regulan las emociones, supervisan la integración de la emoción con una función corporal e intelectual y regulan las unidades internas.
La depresión es una enfermedad que afecta a alrededor del 20 por ciento de la población mundial, al menos una vez en la vida. De ellas, aproximadamente la mitad se recupera en un plazo de seis meses, pero alrededor del diez por ciento de los pacientes siguen padeciéndola después de tres años, de los que sólo uno de cada diez mejora.
"Nuestros pacientes y sus familias sufren enormemente y, a menudo, piensan que cuando los tratamientos convencionales fallan, no se puede hacer nada más", explica una de las autoras del estudio, la doctora Andrea Malizia, que recuerda que las personas que sufren depresión crónica pueden perder sus puestos de trabajo, su casa e incluso a su familia.
"La angustia personal que sienten es alta y cerca de 15 por ciento mueren acaban recurriendo al suicidio como única alternativa para poner fin a su tristeza", añade la experta.
Aunque ya existen una serie de tratamientos convencionales para la depresión como la psicoterapia, los medicamentos antidepresivos y la terapia electroconvulsiva (TEC), la experiencia ha demostrado a los profesionales que, a largo plazo, estos mecanismos no funcionan, subraya el estudio.
SÓLO EL 10% RESPONDE A LOS MEDICAMENTOS "A LARGO PLAZO"
De hecho, las cifras muestran que, a pesar de que cerca del 60 por ciento de los pacientes responden al primer antidepresivo, sólo alrededor del 10 por ciento va a responder a la quinta administración del mismo. En caso del TEC, los autores del trabajo reconocen que es el tratamiento "más eficaz" a corto plazo, pero no es apto para todo el mundo, dado que sus efectos pueden ser de corta duración y con efectos secundarios "considerables".
"Estamos muy agradecidos a nuestros pacientes y a sus familiares pues, a pesar de que la depresión está destruyendo sus vidas, siguen luchando con valentía contra la enfermedad año tras año", concluye la responsable de la investigación.