Esta agencia de la ONU recuerda que las generaciones actuales de menores malnutridos son las generaciones del futuro
MADRID, 11 Nov. (EUROPA PRESS) -
Cerca de 200 millones de niños menores de cinco años que viven en los países en vías de desarrollo sufren malnutrición, una enfermedad que supone la tercera parte de las muertes de estos menores, y que se origina por la desnutrición crónica materna e infantil, según denunció este miércoles el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en un nuevo informe en el que indica que la mayor parte de estos casos se da en África y Asia.
"Más de una tercera parte de los niños que mueren de neumonía, diarrea y otras enfermedades podrían haber sobrevivido de no haber estado malnutridos", afirmó la directora ejecutiva de UNICEF, Ann M. Veneman, quien señaló que la malnutrición roba la fuerza física del menor, cuyo cuerpo no puede luchar contra una posible enfermedad.
Los primeros 1.000 días de la vida de un niño son los más críticos en el desarrollo del menor, y las carencias nutricionales durante este período pueden reducir la capacidad para luchar y superar una enfermedad además de verse afectadas las capacidades sociales y mentales del niño.
"Aquellos niños que han sufrido malnutrición suelen tener mala salud a lo largo de sus vidas y ven sus habilidades cognitivas dañadas o limitadas sus capacidades de aprendizaje y las posibilidades de ganar un salario digno", declaró Veneman.
Además, la malnutrición aguda se ve asociada a problemas en el desarrollo mental y suele ser imposible de corregir. Un niño que sufra de malnutrición aguda es probable que a lo largo de su vida sufra de mala salud y bajo rendimiento, así que la solución radica en la prevención.
Asimismo, UNICEF indica que se puede conseguir la reducción y la erradicación de la malnutrición, y que ya se han hecho progresos mediante iniciativas como la del suministro de micronutrientes a las poblaciones más vulnerables.
Uno de estos avances ha sido el de dar a los menores sal yodada y suplementos de vitamina A, algo que ha conseguido reducir la mortalidad infantil. Así, en los países en vías de desarrollo el porcentaje de menores que recibían estos suplementos en el año 2000 ascendía al 41 por ciento, mientras que en 2008 ya fue del 88 por ciento.
LECHE MATERNA Y NUTRIENTES
UNICEF también señala que, de todas las intervenciones probadas, la de alimentar a los menores exclusivamente con leche materna durante los seis primeros meses de vida, junto con una alimentación complementaria adecuada, puede tener un impacto directo y significativo en la supervivencia del niño, reduciendo potencialmente la mortalidad de los menores de cinco años del doce al 15 por ciento.
A pesar de que el 90 por ciento de los niños que sufren de malnutrición aguda viven en Asia y África se han dado enormes progresos en ambos continentes. En Asia la prevalencia de la malnutrición aguda ha descendido en una década hasta alcanzar el 30 por ciento en 2008, una disminución menor en África, donde sólo ha descendido cuatro puntos hasta llegar al 34 por ciento.
"Si no se presta hoy atención a cómo debemos tratar las causas de la malnutrición en niños y mujeres, los costes serán considerablemente más altos el día de mañana", afirmó la directora ejecutiva de esta agencia de la ONU.