UIMP.-Valentín Fuster asegura que las enfermedades cardiovasculares son "una epidemia que no se está parando"

Actualizado: martes, 20 julio 2010 17:18

El cardiólogo destaca que los factores que dan lugar a un infarto de miocardio también afectan a la función cognitiva del cerebro

SANTANDER, 20 Jul. (EUROPA PRESS) -

El director del Instituto Cardiovascular del Centro Médico Mount Sinai de Nueva York y doctor Honoris Causa de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), Valentín Fuster, ha asegurado este martes en Santander que las enfermedades cardiovasculares son "una epidemia que no se está parando", ya que según los últimos estudios, la "probabilidad de sufrir un infarto en 30 años es del 75 por ciento".

"Las enfermedades cardiovasculares son más propensas en mujeres que en hombres", ha afirmado Fuster en rueda de prensa con motivo de su participación en el Curso Magistral 'Promotion of Cardiovascular Health Through Molecular Biology, Clinical Pathophysiology and Population Research', que organiza la UIMP.

El cardiólogo destacó los avances en la investigación gracias a la mejora en las tecnologías basadas en imágenes. En concreto, subrayó que éstas han permitido conocer que "los factores de riesgo que dan lugar al infarto de miocardio --como el colesterol elevado, la diabetes y la hipertensión-- afectan a los vasos pequeños del cerebro", por lo que la "función cognitiva del individuo puede ir desapareciendo".

"El gran reto es la integración en la investigación del cerebro y el corazón porque tienen la misma enfermedad", es decir, "la de las arterias", precisó Fuster, quien especificó que los daños a la función cognitiva pueden pasar desapercibidos, pero "a los pequeños vasos del cerebro les ocurre lo mismo que a los vasos cardiacos".

Las tecnologías también han facilitado conocer más "la degeneración senil" y "se ha avanzado mucho en la enfermedad vascular", que es la "primera causa de mortalidad", afirmó Fuster.

INVESTIGACIÓN, LO ÚLTIMO EN RECORTAR

En este sentido, recalcó la importancia del fomento de la investigación que, en su opinión, "tenía que ser lo último que se recorte en tiempos de crisis".

De hecho puso como ejemplo el caso de EEUU, donde ha aumentado la inversión pese a la crisis, puesto que el "futuro económico y social de un país depende de la investigación".

Respecto a los efectos de la crisis sobre el estado anímico y la salud mental, que puede aumentar el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular, Fuster aseguró que "si las personas dejan de prevenir los factores de riesgo, porque están en un momento depresivo y de ansiedad, puede tener repercusiones".

"Influye en el corazón porque la ansiedad hace que se fume más y se coma más", ya que es "un momento difícil para todos y, en especial, para la gente joven", añadió.

En relación con la creencia de que las enfermedades cardiovasculares afectan principalmente a personas que viven en países ricos, aclaró que también se padecen en países en vías en desarrollo, puesto que "se come más hidratos de carbono", lo que puede producir "obesidad y diabetes", factores que fomentan la aparición de dichas patologías.