BARCELONA 3 Jul. (EUROPA PRESS) -
Científicos de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) investigan el ADN antiguo de la sífilis en huesos de bebés de siglos pasados, tras demostrar que se trata de un buen material para identificar el ADN de la bacteria causante de esta enfermedad --'Treponema palladium'--.
Según un comunicado de la UAB, el estudio de la sífilis supone un reto para los investigadores porque no pueden hacerse cultivos ni manipularse genéticamente y porque las subespecies de 'Treponema palladium' son morfológicamente indiferenciables por microscopia de electrones.
Esto hace que el diagnóstico sea extremadamente difícil y complica los análisis epidemológicos y filogenéticos, mientras que la tipificación molecular se ha mostrado como un método que puede ser útil para detectar algunas de estas subespecies, como la que afecta a los humanos.
La ciencia que estudia las enfermedades de los restos humanos antiguos se está beneficiando de las técnicas moleculares para identificar variedades específicas antiguas de sífilis y generar información útil para la reconstrucción filogenética de las variables modernas.
Además, puede ayudar a conocer el desarrollo histórico de la enfermedad respecto a su origen continental --sobre el que pesa un importante debate científico--, y su distribución geográfica y epidemoiológica.
En este trabajo, publicado en la revista 'PLoS ONE' y liderado por la profesora de Antropoloía de la UAB Assumpció Malgosa, los investigadores han extraído el ADN de la bacteria en cuatro fragmentos de huesos de dos bebés que presentaban claros signos de haber estado afectados por la sífilis congénita.
Los restos han sido recuperados de un osario de la cripta de la Ermita de la Soledad en Huelva, construida entre los siglos XVI y XVII.
Es la primera vez que se obtiene la bacteria antigua en más de un sujeto, pese a haberlo intentado en docenas de ocasiones, cuando solamente se había logrado obtenerla de un individuo adulto de unos 200 años de antigüedad.
Los investigadores están convencidos de que los restos de los bebés de Huelva, aunque no están datados con exactitud, son aún más antigupos, tratándose en este caso del hallazgo más antiguo reportado hasta la actualidad de detección de ADN de la bacteria.
La universidad defiende que se trata de un "gran paso" en el estudio del genoma de 'T.palladium', que puede permitir ver cómo han repercutido en los individuos los cambios de genoma a lo largo de los siglos.