MADRID, 29 Jul. (EUROPA PRESS) -
La mayoría de los casos de cáncer de hígado, en concreto tres de cada cinco, podrían prevenirse reduciendo los niveles de hepatitis viral, consumo de alcohol y MASLD (enfermedad hepática esteatósica asociada a disfunción metabólica, anteriormente denominada enfermedad del hígado graso no alcohólico), según sugiere un análisis realizado por un grupo de investigadores internacionales de la Comisión de ‘The Lancet’ sobre cáncer de hígado.
La Comisión destaca varias maneras de reducir estos factores de riesgo, como aumentar la cobertura de la vacuna contra la hepatitis B y las políticas de salud pública dirigidas a la obesidad y el consumo de alcohol.
Análisis previos han pronosticado que el número de nuevos casos de cáncer de hígado prácticamente se duplicará, pasando de 870.000 en 2022 a 1,52 millones en 2050, debido principalmente al crecimiento y envejecimiento de la población, y se prevé que los mayores aumentos se produzcan en África. Se prevé por tanto que el número de muertes por cáncer de hígado aumente de 760.000 en 2022 a 1,37 millones en 2050.
No obstante, el cáncer de hígado ya es una de las principales causas de muerte y discapacidad. A nivel mundial, es el sexto cáncer más común y la tercera causa principal de muerte por cáncer. Más del 40% de los casos mundiales de cáncer de hígado se producen en China, principalmente debido a las tasas relativamente altas de infecciones por hepatitis B en el país.
El presidente de la Comisión, el profesor Jian Zhou, de la Universidad de Fudan (China), detalla: “El cáncer de hígado es un problema de salud en aumento a nivel mundial. Es uno de los cánceres más difíciles de tratar, con tasas de supervivencia a cinco años que oscilan entre el 5% y el 30% aproximadamente. Nos arriesgamos a ver casi duplicar los casos y las muertes por cáncer de hígado durante el próximo cuarto de siglo si no se toman medidas urgentes para revertir esta tendencia”.
El primer autor, el profesor Stephen Chan, de la Universidad China de Hong Kong (Hong Kong, China), añade: “Dado que tres de cada cinco casos de cáncer de hígado están relacionados con factores de riesgo prevenibles, principalmente hepatitis viral, alcohol y obesidad, existe una enorme oportunidad para que los países aborden estos factores de riesgo, prevengan los casos de cáncer de hígado y salven vidas”.
De esta forma, en este nuevo análisis, la Comisión estima que al menos el 60% de los cánceres de hígado se pueden prevenir mediante el control de factores de riesgo modificables, incluidos el virus de la hepatitis B (VHB), el virus de la hepatitis C (VHC), la MASLD y el alcohol.
El MASH, una forma grave de MASLD, es la causa de cáncer de hígado con mayor crecimiento a nivel mundial, seguida del alcohol. La Comisión prevé que la proporción de casos de cáncer de hígado asociados con el MASH aumentará del 8% en 2022 al 11% en 2050, y que los casos de cáncer de hígado asociados con el alcohol aumentarán del 19% en 2022 al 21% en 2050.
Por el contrario, se espera que la proporción de casos de cáncer de hígado relacionados con el VHB disminuya del 39% en 2022 al 37% en 2050, mientras que se proyecta que los casos relacionados con el VHC disminuyan del 29% al 26% durante el mismo período.
Se estima que aproximadamente un tercio de la población mundial padece MASLD. Sin embargo, solo entre el 20% y el 30% de los pacientes con MASLD desarrollan la forma más grave de la afección, con inflamación y daño hepático, denominada esteatohepatitis asociada a disfunción metabólica (MASH).
Se prevé que la tasa de cáncer de hígado asociado a MASLD aumente durante la próxima década, especialmente en Estados Unidos, Europa y Asia, debido al aumento de las tasas de obesidad.
LA OBESIDAD, UN FACTOR DE RIESGO CADA VEZ MAYOR
El autor de la comisión, el profesor Hashem B. El-Serag, del Baylor College of Medicine (Estados Unidos.), asegura: “Anteriormente se creía que el cáncer de hígado se presentaba principalmente en pacientes con hepatitis viral o enfermedad hepática relacionada con el alcohol. Sin embargo, hoy en día, el aumento de las tasas de obesidad constituye un factor de riesgo cada vez mayor para el cáncer de hígado, debido principalmente al incremento de los casos de exceso de grasa alrededor del hígado”.
Un enfoque para identificar a los pacientes con alto riesgo de cáncer de hígado sería introducir la detección del daño hepático en la práctica médica rutinaria para pacientes con alto riesgo de MASLD, como las personas con obesidad, diabetes y enfermedades cardiovasculares. Los profesionales de la salud también deben integrar el asesoramiento sobre estilos de vida en la atención rutinaria para apoyar a los pacientes en la transición a una dieta saludable y la actividad física regular. Además, los responsables políticos deben promover entornos alimentarios saludables mediante políticas como impuestos al azúcar y un etiquetado claro de productos con alto contenido de grasas, sal o azúcar.
Por otra parte, la Comisión estima que, si los países pueden reducir la incidencia de casos de cáncer de hígado entre un 2 y un 5% cada año hasta 2050, podrían prevenir entre nueve y 17 millones de casos nuevos de cáncer de hígado y salvar entre ocho y 15 millones de vidas. Como más pacientes que nunca viven con cáncer de hígado, además de los esfuerzos de prevención, existe una necesidad urgente de aumentar la investigación y la atención a estos pacientes para mejorar su calidad de vida.
Con este fin, el trabajo recomienda diez acciones concretas. Entre ellas, destacan algunas como intensificar los esfuerzos para aumentar la vacunación contra el VHB e implementar la detección universal del VHB para los adultos mayores de 18 años, junto con la detección selectiva del VHC en zonas de alto riesgo en función de la relación costo-efectividad. También establecer precios mínimos unitarios de alcohol, etiquetas de advertencia y restricciones a la publicidad de las bebidas alcohólicas.