MADRID 15 Feb. (EUROPA PRESS) -
La introducción de fármacos orales en el tratamiento de la esclerosis múltiple "suponen una ventaja para un tipo de pacientes que valora y/o requiere un componente importante de independencia", ha señalado la doctora Marina Bujanda, neuróloga del Complejo Hospitalario de Navarra.
"Concretamente, el fármaco BG-12 (Biogen Idec) -- que está en fase de investigación-- ha demostrado un perfil de eficacia y seguridad muy favorable, reduciendo la tasa de recaídas, la tasa anualizada de brotes, así como la progresión de la discapacidad en personas que padecen esclerosis múltiple remitente-recurrente", ha explicado Bujanda durante la V Reunión en Esclerosis Múltiple 'Camino de Santiago', que tiene lugar en Pamplona.
Para este experta, BG-12 cuenta además con un perfil de seguridad "muy positivo". "Es una molécula que actúa a través de un mecanismo de acción innovador, diferente al que se ha empleado hasta ahora para tratar la EM", ha dicho.
El hecho de "poder contar con nuevas moléculas que se añadan a nuestro arsenal terapéutico nos permite personalizar más los tratamientos, de tal forma que cada paciente reciba el fármaco más adecuado", ha añadido.
Durante la jornada también se abordará la experiencia actual con otros tratamientos que ya se encuentran a disposición de los pacientes. Este es el caso de 'Tysabri' (natalizumab), un anticuerpo monoclonal de administración intravenosa.
"Se trata del fármaco más eficaz de los que se comercializan actualmente, tanto en lo referente a la disminución de la tasa de brotes y progresión de la discapacidad, como en su tolerabilidad y seguridad en pacientes con EMRR, acordes con las indicaciones aprobadas en Ficha Técnica", ha señalado Bujanda.
Así, el comenzar la administración de 'Tysabri' en una fase más temprana de la EMRR "podría resultar más eficaz para alcanzar una remisión completa de la actividad de la enfermedad".
Casi un centenar de neurólogos expertos en Esclerosis Múltiple se reúnen en la V Reunión de Esclerosis Múltiple 'Camino de Santiago' para realizar una actualización en el tratamiento y abordaje de una enfermedad que afecta, en mayor medida, a personas jóvenes, y que es potencialmente invalidante, representando la segunda causa de invalidez en adultos jóvenes después de los accidentes de tráfico.
De este modo, la EM conlleva con frecuencia discapacidad y, aunque se puede presentar a cualquier edad, tiene una mayor incidencia en individuos de 30/40 años, coincidiendo con la etapa más productiva de la vida de una persona en todos los aspectos.