MADRID, 30 Nov. (EUROPA PRESS) -
Los hombres con diabetes tipo 2 que tienen niveles bajos de testosterona pueden beneficiarse significativamente del tratamiento con testosterona, según concluye un estudio doble ciego, aleatorizado y controlado con placebo del tratamiento de la testosterona en hombres diabéticos tipo 2 realizado por investigadores de la Universidad de Buffalo, en Estados Unidos. La investigación, financiada por los Institutos Nacionales de Salud y publicada en la edición digital de noviembre de 'Diabetes Care', analizó la resistencia a la insulina y la inflamación, antes y después del tratamiento con testosterona.
"Ésta es la primera evidencia definitiva de que la testosterona es un sensibilizador de insulina y, por lo tanto, una hormona metabólica", afirma Paresh Dandona, autor principal del artículo y director de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo en el Departamento de Medicina en la Escuela Jacobs de Medicina y Ciencias Biomédicas de la Universidad de Buffalo (UB).
Los investigadores de la UB encontraron que los niveles bajos de testosterona se asociaron con una disminución significativa de la sensibilidad a la insulina. Dandona y sus co-autores han informado sobre la relación entre la sensibilidad a la insulina y la testosterona en los varones diabéticos tipo 2 desde la publicación de su trabajo original en el año 2004 cuando mostraron la asociación entre los niveles bajos de testosterona y diabetes tipo 2.
Esta relación se extendió a la obesidad en 2010, en un estudio de más de 2.000 hombres obesos: Encontraron que el 33 por ciento de los diabéticos tipo 2 --fueran o no obesos-- y el 25 por ciento de los obesos no diabéticos tienen bajas concentraciones de testosterona.
"La hipótesis de que la testosterona puede ser un agente antiinflamatorio y sensibilizador a la insulina se ha sabido desde hace tiempo ya que la testosterona reduce la adiposidad y aumenta el músculo esquelético -explica--. Nuestro trabajo previo ha demostrado que la obesidad está relacionada con el estrés oxidativo y la inflamación y los mediadores inflamatorios son conocidos por interferir en la señalización de la insulina".
El estudio incluyó 94 hombres con diabetes tipo 2. Antes de ser tratada, los 44 hombres con niveles bajos de testosterona expresaron niveles significativamente más bajos de genes de señalización de insulina y, por tanto, sensibilidad reducida a la insulina. Estos hombres fueron asignados al azar para recibir una inyección de testosterona o un placebo cada semana durante 24 semanas.
La investigación encontró que mientras que no hubo cambios en el peso corporal, el tratamiento con testosterona produjo una reducción de la grasa corporal total de 3 kilogramos, mientras que aumentó la masa muscular en la misma cantidad.
"Lo más importante, hemos visto un incremento dramático en la sensibilidad a la insulina, lo demuestra un aumento del 32 por ciento en la captación de glucosa por los tejidos en respuesta a la insulina", resalta Dandona. Al mismo tiempo, hubo una subida similar en la expresión de los principales genes que median en la señalización de la insulina.
Aunque los niveles de hemoglobina A1C (HbA1c) de los pacientes no bajan, Dandona señaló que los niveles de glucosa en ayunas habían disminuido significativamente, a los 12 miligramos por decilitro. A su juicio, podría verse finalmente una mejora significativa en HbA1c cuando se lleven a cabo estudios a largo plazo. "El tratamiento con testosterona para hombres en los que está indicado va a mejorar la función sexual y aumentar la fuerza muscular esquelética y la densidad ósea", señala Dandona.