El tratamiento precoz de la retinopatía diabética con anti-VEGF no mejora la agudeza visual

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Publicado: jueves, 9 febrero 2023 7:36

MADRID, 9 Feb. (EUROPA PRESS) -

Aunque el tratamiento precoz de la enfermedad ocular relacionada con la diabetes ralentizó la progresión a enfermedad grave, no mejoró la agudeza visual en comparación con el tratamiento de la enfermedad más grave una vez desarrollada, según un estudio clínico de la Red de Retina DRCR, en Estados Unidos, publicado en el 'Journal of the American Medical Association' (JAMA).

"Este estudio indica que el mejor enfoque consiste en vigilar periódicamente a los pacientes para detectar complicaciones diabéticas que pongan en peligro la visión y tratar los ojos sólo cuando sea necesario", afirma el doctor Raj Maturi, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Indiana y de Retina Partners Midwest, que preside el protocolo de este estudio de cuatro años de duración.

Los fármacos contra el factor de crecimiento endotelial vascular (anti-VEGF) pueden disminuir sustancialmente el riesgo de pérdida de visión por retinopatía diabética. Sin embargo, los oftalmólogos no están seguros de cuándo debe iniciarse el tratamiento para obtener los mejores resultados a largo plazo.

Los anti-VEGF se administran mediante inyección en el ojo, por lo que los médicos deben sopesar los riesgos de efectos secundarios y los gastos e inconvenientes del tratamiento frente a los posibles beneficios del mismo.

La retinopatía diabética se produce cuando la diabetes afecta a los vasos sanguíneos de la retina. En las primeras fases, la diabetes debilita los vasos sanguíneos de la retina, lo que provoca fugas de líquido a la retina circundante. Esta fase se denomina retinopatía diabética no proliferativa (RDNP).

La acumulación de líquido en la retina, denominada edema macular diabético, es una complicación de la retinopatía diabética y puede provocar pérdida de visión. La progresión de la enfermedad a retinopatía diabética proliferativa (RDP), en la que empiezan a crecer nuevos vasos sanguíneos anormales en la retina, también puede poner en peligro la visión.

Los investigadores, financiados por el Instituto Nacional del Ojo (NEI), que forma parte de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, evaluaron si el tratamiento de personas con RDNP con el fármaco anti-VEGF Eylea (aflibercept) podría prevenir la pérdida de visión. El estudio contó con 328 participantes, con 399 ojos de estudio (algunos participantes tenían dos ojos que cumplían los criterios de inscripción en el estudio; otros sólo tenían un ojo apto para el estudio).

Se administraron inyecciones preventivas anti-VEGF en 200 ojos al mes de la inscripción, a los dos meses y a los cuatro meses, y después cada cuatro meses durante dos años. El tratamiento preventivo continuó cada cuatro meses durante cuatro años, a menos que la RDNP mejorara a una enfermedad leve.

Se utilizaron inyecciones simuladas (sin fármaco) en 199 ojos durante el mismo periodo. Cualquier ojo que desarrollara una complicación que pusiera en peligro la visión, como edema macular o RDP, se trató con inyecciones adicionales de anti-VEGF según fuera necesario.

Los resultados del estudio a los dos años indicaron que, si bien el tratamiento preventivo reducía el riesgo de desarrollar edema macular diabético (EMD), no había ningún beneficio evidente para la visión. Estos resultados finales a los cuatro años refuerzan el hallazgo anterior, sin diferencias estadísticas ni en la agudeza visual ni en las tasas de pérdida de visión entre los dos grupos.

"Esperábamos que el tratamiento precoz evitara la progresión de la retinopatía diabética, pero incluso con inyecciones preventivas, alrededor de un tercio de los ojos desarrollaron complicaciones que amenazaban la visión", afirma Adam Glassman, del Centro Jaeb de Investigación Sanitaria de Tampa, que dirige el centro coordinador de la Red de Retina DRCR.

A lo largo de los cuatro años del estudio, el 34% de los ojos que recibieron tratamientos preventivos mostraron progresión de la enfermedad, frente al 57% de los del grupo simulado. Por término medio, los del grupo preventivo recibieron 11 inyecciones, frente a una media de tres en el grupo simulado.

"Aunque el riesgo individual de complicaciones por inyección es bajo, el riesgo aumenta con cada inyección adicional --afirma la doctora Jennifer Sun, del Centro de Diabetes Joslin de la Facultad de Medicina de Harvard (Boston) y presidenta de iniciativas sobre diabetes de la Red de Retina del DRCR--. Los resultados de este estudio indican que el beneficio anatómico del tratamiento precoz con anti-VEGF no se traduce en una mejora de la agudeza visual, por lo que puede no merecer la pena el riesgo y las molestias para el paciente de repetir las inyecciones preventivas para la RDNP".