MADRID, 21 Dic. (EUROPA PRESS) -
Un estudio realizado en 16 centros españoles ha permitido identificar por primera vez perfiles de pacientes que pueden beneficiarse de la combinación de buprenorfina y naxolona para tratar la adicción a la heroína.
Hasta hace poco más de ocho años, la metadona era la única opción farmacológica aprobada en España para el tratamiento de los pacientes con trastorno por consumo de heroína, pero también puede usarse la combinación de buprenorfina y naxolona. Sin embargo, estudiar el ajuste de las dosis y la satisfacción de los pacientes aún es clave para la mejora y la efectividad de los tratamientos.
"Nuestro trabajo permitió identificar que los pacientes tratados con diferentes enfoques de dosificación de buprenorfina pueden beneficiarse de los resultados positivos de los tratamientos de mantenimiento, como menor sufrimiento psicológico y menor gravedad de la dependencia de la heroína", ha asegurado a SINC la coatura del trabajo, Esperanza Vergara.
Los investigadores estudiaron a 316 pacientes que recibían tratamiento de mantenimiento con buprenorfina-naxolona y que se encontraban en fase de estabilización. Fueron agrupados en diferentes grupos basados en tres indicadores clave del tratamiento con buprenorfina: dosis, adecuación según el médico y ajuste según el paciente.
Se identificaron cuatro grupos de pacientes consumidores de buprenorfina: clínicamente adecuado y ajustado a la dosis baja deseada por el paciente; clínicamente adecuado y ajustado a la dosis alta deseada por el paciente; reducción de dosis baja clínicamente adecuada y deseada por el paciente y clínicamente inadecuado y ajustado a la dosis moderada deseada por el paciente.
Los resultados mostraron diferencias significativas entre los grupos de pacientes con respecto al nivel, la adecuación y el ajuste deseado de la dosis de buprenorfina. "Además, encontramos un grupo único de pacientes que recibieron una dosis de buprenorfina clínimacente inadecuada, que se caracterizó por la condición clínica más deficiente" ha apuntado Vergara.
En comparación con los demás pacientes, los participantes del cuarto grupo informaron un consumo más frecuente de heroína y cocaína durante la semana anterior del estudio, menor satisfacción con buprenorfina-naxolona como medicamento, mayor prevalencia de efectos adeversos y menor adaptación psicológica.
Los otros tres grupos mostraron mejores resultados clínicos. "Esto respalda la idea de que los pacientes tratados con diferentes enfoques de dosificación de buprenorfina pueden beneficiarse de los resultados positivos de los tratamientos de mantenimiento con este fármaco", ha resumido la investigadora. "Nuestros datos refuerzan la necesidad de tratamientos de mantenimiento de opioides individualizados", ha concluido Vergara.