MADRID, 3 Nov. (EUROPA PRESS) -
Expertos en obesidad del King's College de Londres de Reino Unido y de la Colaboración para el Manejo de la Obesidad (OMC-UK) han advertido, que el tratamiento de la obesidad en el Reino Unido podría convertirse en un "sistema de dos niveles" donde los pacientes más vulnerables quedarían totalmente excluidos.
Los investigadores argumentan, en un editorial publicado en el 'British Journal of General Practice (BJGP)', de que existe un riesgo ante el hecho de que la capacidad de autofinanciarse determina quién recibe atención.
En concreto, han advertido que los estrictos criterios de elegibilidad del tratamiento implican que solo un número reducido de personas tendrá acceso al medicamento para bajar de peso Mounjaro a través del sistema público de salud británico (NHS). Quienes puedan costearlo, em cambio, podrán pagar el tratamiento de forma privada.
La obesidad es una crisis sanitaria mundial vinculada a enfermedades graves como cardiopatías, diabetes tipo 2 y cáncer. La introducción gradual de tirzepatida, también conocida como Mounjaro, por parte del NHS ha sido recibida con satisfacción como un paso importante para abordar este problema.
Los criterios actuales del NHS para acceder a Mounjaro exigen que los pacientes tengan un IMC de 40 o superior, además de varias afecciones adicionales como diabetes, hipertensión o cardiopatía. Si bien este enfoque permite cierto acceso a un tratamiento eficaz contra la obesidad, excluye a muchas personas con un riesgo grave que no cumplen todos estos requisitos.
Los investigadores advierten que estas normas corren el riesgo de agravar las desigualdades sanitarias existentes. El doctor Laurence Dobbie, autor principal del estudio y becario clínico académico del NIHR en medicina general en el King's College de Londres, reflexiona: "El despliegue previsto de Mounjaro corre el riesgo de crear un sistema de dos niveles en el tratamiento de la obesidad. A menos que ajustemos la definición de elegibilidad y la forma en que se prestan los servicios, el despliegue previsto de Mounjaro corre el riesgo de agravar las desigualdades en salud, donde la capacidad de autofinanciarse determina el acceso al tratamiento y quienes más lo necesitan tienen menos probabilidades de calificar para el mismo.
Los criterios de elegibilidad actuales exigen múltiples diagnósticos, pero las mismas afecciones que se utilizan para restringir el acceso a Mounjaro suelen estar infradiagnosticadas en mujeres, personas de minorías étnicas, personas de bajos ingresos y pacientes con enfermedades mentales graves. El infradiagnóstico está bien documentado y la variación regional en la contratación de servicios del NHS crea una desigualdad en el acceso a la atención médica según el código postal.
Los expertos piden reconocer explícitamente el infradiagnóstico en los procesos de atención a la obesidad, priorizar a nuestros pacientes con mayores necesidades clínicas y ampliar el apoyo integral adaptado culturalmente para que el acceso se base en la necesidad, no en los recursos o la ubicación."
La profesora Barbara McGowan, catedrática de Endocrinología y Diabetes del King's College de Londres, cuenta: "La obesidad es una enfermedad crónica y compleja que exige un acceso equitativo al tratamiento para todas las personas que lo necesitan, no solo para quienes pueden pagarlo. El enfoque actual corre el riesgo de consolidar un sistema de dos niveles donde la riqueza, en lugar de la necesidad médica, determina el acceso a la atención. Necesitamos urgentemente un modelo más inclusivo, justo y escalable que garantice que los tratamientos eficaces sean accesibles en todas las comunidades, especialmente en aquellas que ya se enfrentan a barreras sistémicas para acceder a la atención médica".
El artículo de opinión aboga por cambios para mejorar la equidad y la justicia. Estos incluyen modificar los requisitos para recibir apoyo, establecer vías más claras de acceso a la atención médica que consideren la etnia y el infradiagnóstico, acelerar la implementación a nivel nacional y ampliar los servicios de salud digital para llegar a pacientes en áreas donde los servicios especializados son limitados.
Los autores también subrayan que el acceso a los medicamentos debe ir de la mano de medidas de salud pública más amplias, incluidas políticas para mejorar las dietas, abordar la inseguridad alimentaria y garantizar entornos urbanos más saludables. Los investigadores concluyen que, sin cambios urgentes en las políticas, las desigualdades en la atención de la obesidad persistirán y empeorarán para las generaciones futuras.