MADRID 2 Dic. (EUROPA PRESS) -
El tratamiento crónico con opioides, como la morfina, antes de un evento traumático puede elevar el riesgo de sufrir trastorno de estrés postraumático (TEPT) posteriormente, según un estudio en ratones publicado en la revista 'Neuropsychopharmacology'. Los hallazgos pueden sugerir un posible mecanismo subyacente a la frecuente coexistencia del TEPT y la dependencia de opiáceos.
El trastorno de estrés postraumático y los trastornos por uso de sustancias (TUS) a menudo ocurren juntos, y casi el 40% de las personas con TEPT también tienen un TUS. Esto se conoce como comorbilidad y su comprensión puede ayudar a explicar los mecanismos por los cuales se desarrollan estas condiciones. Investigaciones anteriores han demostrado que el TEPT aumenta el riesgo de dependencia de opiáceos, pero aún no está claro si la dependencia de opiáceos también puede aumentar el riesgo de TEPT.
Utilizando un modelo establecido de aprendizaje del miedo en ratones, los investigadores de la Universidad de California (Estados Unidos), evaluaron el impacto potencial del tratamiento crónico con opioides en el desarrollo posterior de comportamientos similares al TEPT. Descubrieron que los ratones que habían sido tratados con opioides y luego experimentaron estrés mostraron reacciones post-estrés más pronunciadas.
Al comienzo del estudio, los ratones fueron tratados con morfina o solución salina durante ocho días, seguidos de una semana de suspensión del fármaco. Ambos grupos de ratones, ratones tratados con morfina y controles tratados con solución salina (22 y 24 ratones, respectivamente), se subdividieron en grupos de trauma y no trauma. Fueron transferidos a una cámara donde los animales del grupo de trauma recibieron una serie de golpes leves en los pies. Un día después, ambos grupos de animales fueron devueltos a la cámara para evaluar su memoria del evento traumático.
El autor de estudio, Michael Fanselow, explica que esto lo consideran un trauma "porque el estresante agudo, los golpes en los pies, puede producir miedo y conductas similares a la ansiedad, como la quedarse bloqueado". Al día siguiente, los ratones de los grupos con trauma y sin trauma fueron transferidos a un nuevo entorno y expuestos a un estresante leve (un golpe leve en el pie), antes de regresar a ese entorno durante ocho minutos el cuarto día del experimento.
Los autores no encontraron diferencias de comportamiento entre los ratones tratados con morfina y los ratones control después del trauma inicial. Ninguno de los grupos se quedó bloqueado por más tiempo cuando regresó al ambiente asociado con el trauma. Sin embargo, los ratones tratados con morfina mostraron un bloqueo más pronunciado cuando regresaron al segundo ambiente después de haber estado expuestos al estresante leve. Los ratones tratados con morfina que no habían experimentado el trauma no mostraron signos de niveles elevados de miedo.
"Nuestros datos son los primeros en mostrar un posible efecto de los opioides en el aprendizaje futuro del miedo, lo que puede sugerir que una persona con antecedentes de uso de opioides puede ser más susceptible a los efectos negativos del estrés --prosigue Fanselow--. Además, esta capacidad de los opioides para aumentar los síntomas similares al TEPT superaron con creces los efectos directos del medicamento o la retirada del medicamento, lo que sugiere que el efecto puede continuar incluso después de que el tratamiento con opioides se haya detenido".
Los autores también probaron el tratamiento de ratones con opioides después del trauma inicial, pero antes de exponerlos al segundo estresante leve. Descubrieron que los ratones tratados con morfina después del trauma inicial no mostraron un mejor aprendizaje del miedo después de la exposición al estresor leve. Los hallazgos sugieren que la exposición crónica a los opioides antes, pero no después, de un evento traumático, afecta el aprendizaje del miedo durante los eventos estresantes posteriores.
"Si bien en general somos conscientes de que el uso de fármacos, como la actual crisis de opioides, tiene muchos efectos nocivos, nuestros resultados sugieren otro efecto más: mayor susceptibilidad a desarrollar trastornos de ansiedad --alerta Fanselow--. Como los opioides a menudo se recetan para tratar síntomas como el dolor que puede acompañar al trauma, se puede necesitar precaución porque esto puede conducir a un mayor riesgo de desarrollar TEPT, si se expone a eventos traumáticos adicionales, como un accidente, más adelante".