MADRID, 18 Nov. (EUROPA PRESS) -
¿Y si una simple visita al dentista pudiera influir mucho más en tu salud de lo que imaginas? Lo que ocurre en tu boca no se queda solo ahí. Un nuevo hallazgo ha revelado que un tratamiento dental muy común podría estar conectado con dos de los mayores desafíos de salud actuales: el riesgo cardíaco y el control del azúcar. Y el motivo está sorprendiendo incluso a los expertos.
CUANDO UN “SIMPLE DIENTE” HABLA DEL ESTADO DE TU SALUD
Un tratamiento de conducto radicular exitoso podría reducir la inflamación relacionada con las enfermedades cardíacas y mejorar los niveles de azúcar en sangre y colesterol, según un estudio clínico del King's College de Londres (Reino Unido).
Los investigadores realizaron un seguimiento de los cambios en la química sanguínea después del tratamiento de conducto radicular para una infección dental común (periodontitis apical). La infección puede causar que las bacterias entren en el torrente sanguíneo y aumenten la inflamación, lo que se asocia con riesgos para la salud cardíaca y una menor capacidad para controlar los niveles de azúcar en sangre. Este estudio se publica en el 'Journal of Translational Medicine'.
A pesar del vínculo entre la infección y los impactos más amplios en la salud, la asociación entre un tratamiento de conducto radicular exitoso y los beneficios para la salud cardíaca y metabólica no se había investigado hasta ahora.
El equipo descubrió que un tratamiento de conducto radicular exitoso se asoció con la mejora del metabolismo de la glucosa. Los niveles de azúcar en sangre disminuyeron significativamente durante los dos años posteriores al tratamiento, un factor clave para prevenir la diabetes.
Por otra parte, se encontraron mejoras a corto plazo en los niveles de colesterol y ácidos grasos en sangre, que están estrechamente relacionados con la salud cardíaca. Asimismo, los marcadores clave de inflamación, a menudo relacionados con el riesgo cardiovascular y otras afecciones crónicas, disminuyeron con el tiempo. Por otra parte, las bacterias de los dientes infectados se asociaron con cambios en el metabolismo general del cuerpo.
De esta forma, las infecciones del conducto radicular pueden causar que las bacterias entren en la sangre, lo que provoca inflamación, enfermedades cardíacas y riesgo de diabetes. Un tratamiento exitoso reduce estos riesgos
El estudio siguió la salud de 65 pacientes del Guy's and St Thomas' NHS Foundation Trust durante dos años después de un tratamiento de conducto radicular. Los científicos analizaron moléculas en la sangre de los pacientes para revelar cómo el cuerpo procesa el azúcar, la grasa y otras sustancias clave, y cómo responde a la enfermedad y al tratamiento.
Utilizaron una técnica conocida como espectroscopia de resonancia magnética nuclear (RMN), que se utiliza para analizar proteínas en el cuerpo.
Los hallazgos sugieren que monitorear los marcadores metabólicos en sangre, como la glucosa, las grasas conocidas como triglicéridos y la proteína triptófano, podría ayudar a evaluar la recuperación y el riesgo después de un tratamiento dental.
La doctora Sadia Niazi, autora principal y profesora clínica titular de Endodoncia en el King's College de Londres, asegura: "Nuestros hallazgos demuestran que el tratamiento de conducto radicular no solo mejora la salud bucal, sino que también puede ayudar a reducir el riesgo de afecciones graves como la diabetes y las enfermedades cardíacas. Es un poderoso recordatorio de que la salud bucal está profundamente conectada con la salud general.
LA INFLAMACIÓN SILENCIOSA QUE PUEDE CAMBIARLO TODO
Las infecciones de conducto radicular de larga duración pueden permitir que las bacterias entren en el torrente sanguíneo, desencadenen inflamación y aumenten los niveles de glucosa y grasas en sangre, lo que incrementa el riesgo de problemas de salud graves como las enfermedades cardíacas y la diabetes. Es vital que los profesionales de la odontología reconozcan el impacto más amplio de estas infecciones de conducto radicular y aboguen por un diagnóstico y tratamiento tempranos".
"También necesitamos avanzar hacia la atención integrada, donde los dentistas y los médicos generales trabajen juntos para monitorear los riesgos a través de estos marcadores sanguíneos y proteger la salud general. Es hora de ir más allá del diente y adoptar un enfoque verdaderamente holístico de la atención dental", agregan.
Si bien se necesita más investigación para confirmar estos efectos en poblaciones más grandes, el estudio abre nuevas e interesantes puertas para comprender cómo la atención bucal puede respaldar la salud y el bienestar general.