MADRID, 12 May. (EUROPA PRESS) -
Los trastornos funcionales digestivos como la dispepsia impactan en la calidad de vida de quienes lo sufren, siendo más frecuentes en edades medias de la vida (entre los 30 y 50 años) y predominantes en las mujeres, según han puesto de manifiesto los expertos reunidos en las XXIII Jornadas de la Sociedad Aragonesa de Médicos Generales y de Familia (SEMG Aragón).
Su prevalencia ronda entre un 25 y un 45 por ciento de la población. "Los problemas digestivos son de alta prevalencia dentro de las consultas médicas que atendemos a diario desde nuestros centros y consultorios. El tubo digestivo puede ser asiento de múltiples patologías, tanto de origen orgánico como funcional, que deben ser valoradas por los médicos de familia para establecer las medidas correctoras o preventivas más adecuadas a cada situación", ha señalado el doctor José Manuel Cucalón, miembro de SEMG Aragón.
Así, el doctor Cucalón ha informado a los médicos asistentes de que la dispepsia funcional tiene una prevalencia en las consultas de Atención Primaria de un 8-10 por ciento y que, a su vez, se subdivide en función de los síntomas más frecuentes o importantes, en dolor epigástrico y distrés postprandial.
"Manejar adecuadamente la anamnesis es clave para poder discernir entre posible organicidad o funcionalidad de la patología digestiva", afirma el doctor Cucalón. En concreto, para poder establecer el diagnóstico de dispepsia funcional, se debe descartar primero el origen orgánico de la misma, tanto por consumo de fármacos gastrolesivos, como de la existencia de la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) y de infección por 'Helicobacter Pylori', así como el resto de patologías orgánicas (ulcus, tumores, linfomas, etc.).
Durante las jornadas, también se han repasado los síntomas característicos de este trastorno digestivo, que "tienen relación con el abdomen superior y son vagos, inespecíficos o subjetivos, lo que dificulta su definición clínica".
Algunos de estos síntomas son hinchazón abdominal, flatulencia, eructación, saciedad precoz, plenitud gástrica, náuseas o vómitos, pirosis. Se descartan síntomas relacionados con el abdomen inferior o intestinales (alteraciones en la deposición).
Según ha afirmado el doctor Cucalón, "la solicitud de determinadas pruebas complementarias, a veces innecesarias, como gastroscopias u otras pruebas cruentas, así como derivaciones al nivel más especializado, urgencias o al hospital, deben ser mejor valoradas".
En este sentido, los algoritmos de decisión ayudan al médico en el manejo práctico de esta entidad y conducen hasta el diagnóstico definitivo y el tratamiento más idóneo. "Seguir estos algoritmos facilita y simplifica nuestra actividad asistencial", afirma el experto.
Del mismo modo, los diferentes tratamientos farmacológicos que se utilicen deben ser suficientemente conocidos por los facultativos en aras de evitar sobre-tratamientos, interacciones o efectos perjudiciales para el paciente siendo lo más eficientes posible.
PUESTA AL DÍA EN PATOLOGÍAS FRECUENTES
Además de la dispepsia funcional y talleres prácticos dedicados a la Reanimación Cardiopulmonar y ecografía, las XXIII Jornadas de la Sociedad Aragonesa de Médicos Generales y de Familia han incluido en su programa científico otras enfermedades y patologías frecuentes en las consultas del primer nivel asistencial.
En este sentido, se ha abordado la disfagia en la práctica clínica y cómo detectarla e iniciar su tratamiento, la dermatología topográfica y su diagnóstico diferencial, el vértigo en Atención Primaria; así como el manejo de la enfermedad renal diabética.
Además, en el resto del evento también se profundizará en la fibrilación auricular y el control en el paciente renal, así como en el control de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica desde la práctica clínica diaria, la salud mental y cómo optimizar el tiempo en la consulta de Atención Primaria.