MADRID 27 Sep. (EUROPA PRESS) -
El centro neurálgico de la célula, las mitocondrias, proporciona energía para las funciones celulares, pero esta función puede verse alterada cuando el estrés crónico provoca síntomas de ansiedad en ratones y humanos, según una investigación que publica en la revista en 'PLOS Genetics'.
El estrés crónico debido a eventos estresantes de la vida, como el divorcio, el desempleo, la pérdida de un ser querido y la guerra, son un factor de riesgo importante para desarrollar ataques de pánico y trastornos de ansiedad.
Sin embargo, no todas las personas que experimentan eventos vitales estresantes desarrollan un trastorno, y los científicos están tratando de identificar las vías que llevan a algunas personas a resistir el estrés, mientras que otras se vuelven vulnerables a la ansiedad.
En el estudio actual, la investigadora Iiris Hovatta, de la Universidad de Helsinki, y sus colegas estudiaron ratones que desarrollaron síntomas de ansiedad y depresión, como evitar las interacciones sociales, después de estar expuestos a altos niveles de estrés.
Utilizando un enfoque múltiple, rastrearon los cambios en la actividad genética y la producción de proteínas en una región clave del cerebro para la respuesta al estrés y la ansiedad. El análisis apuntó a una serie de cambios en las mitocondrias en las células cerebrales de ratones expuestos a estrés frecuente, en comparación con los ratones no estresados.
Además, las pruebas de muestras de sangre recogidas de pacientes con trastorno de pánico después de un ataque de pánico también mostraron diferencias en las vías mitocondriales, lo que sugiere que los cambios en el metabolismo de la energía celular pueden ser una forma común en que los animales responden al estrés.
El descubrimiento de que los altos niveles de estrés pueden afectar sustancialmente el funcionamiento de las potencias de la célula abre nuevas vías de investigación sobre enfermedades relacionadas con el estrés.
"Se sabe muy poco sobre cómo el estrés crónico puede afectar el metabolismo de la energía celular y, por lo tanto, influir en los síntomas de ansiedad --señala la autora Iiris Hovatta--. Los mecanismos subyacentes pueden ofrecer una clave para nuevos objetivos para las intervenciones terapéuticas de las enfermedades relacionadas con el estrés".